miércoles, 22 de abril de 2009

La perdiz que se escapa

El otro día tuve una comida agradable con alguien, con la cual me reí mucho y me divertí a carcajada limpia. Entre risa y risa, ella me enseñó un programa en internet que han diseñado para averiguar cuál es nuestro arbol genealógico con las "estrellas" del cine y música, etc.
Mientras me lo hizo, yo pensaba: ¿qué busca la gente con esto?. Yo seguí riéndome muchísimo hasta que ví que había un montón de personas que se tomaban muy en serio lo de "parecerse a". Yo no me parecía a nadie de las estrellas que salían, porque simplemente, NO HAY NADIE COMO YO. Yo no quiero parecerme a nadie, sólo quiero ser yo.
Ahora me voy a poner seria con el asunto.
Después de hacer una intensa observación y reflexión hacia el "jueguecito" de mentes inmaduras e infantiles, me dí cuenta de la falta de auto-estima que siguen teniendo muchísimas mujeres. Quieren ser alguien que nunca serán, y lo peor es que se están perdiendo a un ser humano auténtico y único: ellas mismas.
Ah!, pero qué bonito es para el EGO decir que te pareces a Pepita García, porque es famosa, rica, atractiva y un millón de hombres la desean!!!. Esto es lo más absurdo que he podido leer en mucho tiempo. Lo cierto es que llegar hasta este juego, me hizo ver que queda mucho camino para el despertar de muchas mujeres. Otras ya lo han hecho...
Considero que hay ciertos poderes y ciertas instituciones "democráticas" que tratan de DISTRAER de una manera soberbia a esas mujeres que no quieren responsabilizarse de su felicidad, y se sigue utilizando el ego como anzuelo para cebar a la presa y luego comérsela, o lo que es lo mismo: anularla. Y cuanto más hambriento esté uno ó una de sí mismo-a, más fácil será para los que tratan de manipular a esa "masa estúpida y manipulable"...que por cierto, sólo existe hasta que... comenzamos a saber quiénes somos y hacia dónde vamos.

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