martes, 5 de octubre de 2010

Fotografía

Mi alma arrastra este cuerpo que no me pertenece. 
La mujer que veo en el espejo no tiene nada que ver conmigo.
¿Qué es eso del curriculum?,¿qué es tu profesión?, ¿qué es eso de tu dedicación completa?.
La única dedicación que deseo llevar a cabo es sentirme libre de parar, de respirar, de no ser interrumpida en este silencio interno.
Cuando trato de llegar a otros con esa especie de conocimientos re-aprendidos me siento lejos de quién soy.
No deseo ayudarles en nada. Lo único que deseo es que se larguen todos de mi casa, fuera!!!.
Este papel de profesora de lenguajes universales se me queda corto. 
No quiero enseñar absolutamente nada más. 
Deseo finiquitar mi contrato y dejar en paz a esta tierra de perdidos, de luces frías, de peces sin corazón.
Cuánto más me miro al espejo, más lejos estoy de ser quién soy.
Quien desee salvar el mundo que coja el relevo de esta que se hartó, de tanta estúpida idea, de tanta mentira, de tanta culpa autoalimentada.
Lo único que deseo es fundirme con el espacio y no mirar atrás.
Abandonar la melancolía de que un trozo de este planeta me pertenece.
Nada de ello me pertenece, nisiquiera el atisbo de amor encontrado en él.
No quiero que otros tomen el mando que me regaló dios. 
No deseo que otros me digan porqué estoy aquí o porqué otras civilizaciones alcanzaron cuotas de iluminación...no quiero saber nada de todo eso.
Deseo cortar el lazo con todos aquellos que dicen ayudarnos a los azules...deseo cortarlo para poder amar verdaderamente a este viejo e insignificante planeta.
Insignificante, porque no hay nada especial en él, nada que sobresalga en este vasto infinito océano de posibilidades cuánticas.
Por eso lo amo.
No deseo que nada ni nadie me diga cómo es la tierra o cómo ha evolucionado a lo largo de tantos siglos y eones de tiempo.
Nadie sabe por lo que he pasado durante todo este tiempo, durante todo este espacio regalado por la luz...
Que nadie se atreva a decirme porqué los hombres son así o son asá.
Conozco al hombre, lo conozco mejor que cualquier otro dios de este nuestro universo, y lo amo.
Amo al hombre por su poca especialidad, por su deshonra, por su codicia, por su deslealtad, por su maldad, por su profunda maldad. 
Lo amo.
Pero sobre todas las cosas, lo amo por su libertad.
Nada está escrito en la tierra, nada está pactado, nada está firmado. 
Todo es incertidumbre aquí.
¿Has escuchado bien lo que te digo?, ¡¡¡TODO ES INCERTIDUMBRE AQUÍ!!!.
¿No es eso maravilloso?, ¿no es casi como un sueño?, ¿no es realmente divino?.
Sólo algo o alguien o qué...puede brindarte tanta vida, tanto juego, tanta diversión, tanta luz.
Cada vez sé menos de todo.
Cada vez se me hace más pesado tener que acabar un libro.
Son tantas conjeturas, tantas tonterías, tanto caos neuronal, tanto ruido...
El conocimiento no tiene sentido para las aves ni para los locos, y parecen los seres más libres del planeta.
No puedo soportar durante mucho más tiempo tener que enseñar algo más a alguien. 
Es agotador.
Yo veo al dios que hay en ella pero elige estar dormida, pues que duerma.
Que duerman todos la siesta, incluída yo, pero yo lo haré volando y cantando.
Deseo hacer las paces con la puta que me sostiene, la puta que me domina, la puta que se hizo cargo de mis máscaras durante tantas vidas...y hoy, en esta, más que en cualquier otra, me persigue por todas partes.
Cientos de miles de mujeres se apilan en el cementerio de las almas libres en filas ordenadas y caducadas.
Todas quieren lo mismo.
Que yo las bendiga, que les dé el visto bueno...y sólo deseo ser una con todo, y estas putas me distraen continuamente.
Les tiro el agua bendita pero se retuercen y yo con ellas.
Me retuerzo en sus ideas, en sus limitaciones, en sus heridas profundas, en sus diálogos internos, en sus creencias.
Pero me doy cuenta de que no tengo tiempo para más llanto ni más sufrimiento.
Que la luz es una y que debo abandonarlas en dicho jardín seco.
La luz no puede retorcerse. 
La luz nunca se retuerce.
Un juego engañoso al que le doy las gracias y me despido dulcemente con un adiós verdadero.
Y ahora que estoy quieta bajo la lluvia he comprendido algo muy importante.
Que estoy aquí sin futuro ni pasado, que no hay nadie ni nada que pueda guiarme hacia la luz puesto que yo...soy esa luz.
Nadie puede acceder a mis informes internos puesto que yo soy la vida espontánea y nadie me conoce, excepto el hombre enamorado.
El hombre enamorado del todo.
El hombre enamorado del ahora.
El hombre enamorado de...ella.
Este es el momento que he esperado toda mi vida.
Donde sintiera que todo es perfecto.
Donde sintiera que todo está acabado, finalizado en el AMOR.
Yo soy AMOR y estoy a la vuelta de la esquina y en la misma esquina.
Yo estoy debajo de la esquina.
Yo estoy por encima de la esquina.
Yo soy la esquina.
Yo soy la vuelta.
Yo soy.
Aunque he de confesar que me siento cómoda en el no soy.
No soy nada.
Ni importante ni relevante.
Ando aquí y nadie se da cuenta de la respiración que guardo mientras otros buscan.
Aquí el silencio es rancio pero astuto.
El silencio de la guarida, de la cueva, del pozo sin fondo.
Un silencio que nadie desea escuchar.
Todos se cubren con el manto protector de la nada, pero yo estoy debajo de esta.
Y esa nada que parece una leyenda, es tan real como el primer sentimiento de consciencia.
No temo dejar todo a medias y desaparecer.
Desaparecer en la ignorancia de otros, en la ignorancia del que no ve ni huele.
Si bebo más del agua de la conformidad, creo que vomitaré todo el alimento antes otorgado por mis carceleros...aunque esa es la idea.
Desintoxicarme de todos aquellos que me envenenaron con sus verdades y sus mentiras.
Limpiarme de toda pretensión de gloria inacabada.
Millones de vidas pasan por este planeta como un suspiro, como lo que es en realidad la vida.
Un suspiro.
Al menos, dí lo que piensas, lo que sientes, lo que odias y lo que desearias odiar.
Te diré un no secreto: lo que más me liberaría de verdad en estos momentos sería una buena bofetada. 
Una bofetada a todo aquel que está representando el papel de villano.
Algunos les lanzan zapatos manipulados por mentes enfermas.
Esta mujer, esta de tantas que llevo en mí, sería capaz, no, capaz no, sería libre de poder disfrazarme de mujer atractiva, sensual y deseable y acercarme como una loba hacia esos corderitos estelares y mientras jadeo caminando y recibo la baba asquerosa de la serpiente venenosa...llegar cara a cara y convertirme furiosamente en una bestia del odio más profundo y abofetearle delante de todos esos que están dormidos porque así lo eligen, porque así les conviene.
Una buena bofetada que dejara marca en su repugnante cara de sapo y el mundo despertara de su letargo.
Sólo una mujer puede destruir el viejo mundo.
Sólo una mujer que lleve a dios como bandera y al juego sustancial como lema.
Desahogarme con esos bichos de tantas maneras, ser la sucia y la indomable.
Ser tan sucia que me encante serlo. 
Ser tan poderosa que me harte serlo.
Ser tan bella que hasta me hastie por completo...
Recuperar la paz gracias a la sombra y por la sombra.
Recuperar lo irrecuperable en un mundo de ciegos, de sordos, de mancos, de mudos, de cobardes, de miserables, de mediocres, de oscuros.
Recuperar la memoria, el corazón pero no rojo.
El corazón de todo lo que ES.
El corazón de todo lo que NO ES.
El corazón de quién soy.
Recuperar mi único corazón.
El que porta la verdad, la verdad que ofende, la verdad que se oculta a sí misma, la verdad de verdades.
Y mostrar mi verdadera cara, mi verdadero rostro.
Ese que sólo piensa en sí mismo y en su placer.
El que sólo desea su expansión sin ayuda de nadie ni de nada.
Ser lo suficientemente clara dejando a todos en evidencia.
Que no lucho por nadie en particular, que no tengo compañeros fieles en el camino, que no busco a mis mejores amigos, ni a mis amores reales, que no estoy del lado de nadie...
No te defiendo a ti porque te ame, te defiendo a ti porque estoy enamorada de la verdad.
Y la verdad es la única que me hace libre.
Un poco libre.
Muy poco...libre.
Porque incluso la verdad puede ser mentira y ambas están creadas por lo mismo.
La creación es mucho más que una mentira hermosa, mucho más que una comprensión instantánea, mucho más que todos los momentos luminosos de todas tus vidas pasadas.
La creación se ha valido por sí misma para destruir todos los sistemas de creencias creadas por el ser vivo, y ya no digo humano.
La creación ya es suficiente para destruir a la verdad, o al menos eso que creemos que es verdad.
Sólo podemos permanecer callados ante el milagro continuo de vida...aunque muera yo o lo que creo que soy, la vida seguirá continuando.
La verdad es pequeña ante la existencia...tan pequeña.
No sabemos nada.
Y cuando comenzamos a no entender nada ni saber nada...nos liberamos de todo condicionamiento destructivo. 
Tal vez el ego desee abandonar este nuestro cuerpo y se vaya de vacaciones, a otros lugares, a otros tiempos, a otras mentes...menos vacías.
Ya no soy la que fuí.
Me pregunto constantemente: ¿quién es toda esta gente tan extraña que forma parte de esta mi vida?.
¿Quiénes son estos seres?,¿qué hago yo con ellos?, ¿porqué han decidido formar parte de mí o de mi camino existencial?.
Reconozco...que no les reconozco.
Y que los viejos amigos son tan extraños como transeúntes que veo todos los días en las vías del tren que ya se fue.
He perdido mi lenguaje.
No tengo lenguajes con los que pueda comunicarme con estos seres desorientados y ciegos.
La palabra se ha vuelto mi enemiga, mi gran enemiga.
Esta no es una buena traductora de lo que lanzan mis rayos azules del pecho, ni mis rayos amarillos de la garganta, ni mis rayos verdes de los ojos.
Mis brazos ...no puedo controlarlos.
Son largos y expansivos...desean abrazar a todos pero ese lenguaje asusta en esta tierra.
Y yo me acurruco como el caracol que se comen en los platos.
No sé cómo llamar a casa y que me recojan.
La telepatía se ha vuelto insuficiente...desean decirme algo que no logro entender.
Y sólo me dicen: espera, espera, espera...
Y yo sólo espero y espero.
Y en esta espera recobro colores y canciones olvidadas.
Recobro amores que se instalaron en mi pecho y jamás se fueron de ahí...
Y los siento tanto, tanto...
pero no les veo por ningún lado.
No están aquí y este juego comienza a ser impertinente, pesado, aburrido...
Y yo sigo sintiendo como antaño en algún lugar que olvidé completamente y que así deseo.
Se me hace difícil creer que vengo de algún sitio sin memoria, se me hace difícil aceptar que no puedo amar a esta nave azul como si fuera mi hogar.
Elijo el descrédito a mis sensaciones y decido adoptar este lugar como casa permanente.
Pero extraño a mi familia, a mis hermanos y hermanas.
A los que me conocen sin mirarme, sin verme, sin tocarme.
Todo esto se hace como una fotografía, una foto que veré en otro momento, incandescente y divertida...

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