miércoles, 20 de noviembre de 2013

Errores muy comunes cuando tenemos la autoestima "desinflada"

Imagina que tu coche tiene un pinchazo de los grandes( y tu coche es tu autoestima) y que las ruedas delanteras se han reventado por falta de aire(la oxigenación natural que todos necesitamos para amarnos a nosotros mismos y dejar de rescatar a todo cristo bendito).
Eso es lo que pasa cuando nuestra autoestima está por los mismos suelos, y aceptamos recurrir a hábitos, personas y conductas insanas para con nosotros mismos.
Los errores muy comunes cuando estamos desinflados son estos:

-Volver a aceptar a personas de nuestro pasado que nos hicieron un daño irreparable y profundo.

-Desahogarnos con personas incorrectas que nos destrozan la esperanza en nosotros mismos.

-Estirar la paciencia como si fuera la única cualidad en el mundo para solventar las malas actitudes de los demás.

-Olvidarnos de lo que verdaderamente sentimos y escuchar discursos "buenistas" acerca del perdón y otras memeces.

-Auto-odiarnos porque los demás nos han enseñado que nosotros no somos importantes. Los importantes son los otros y sus eternas necesidades.

-Comer mal o ingerir grandes cantidades o malas ingestas.

-Abandonarnos a nosotros mismos porque todos los demás lo hicieron.

-Dejar de creer en nosotros mismos sólo porque el mundo no ve nuestra autenticidad y nuestra luz única y pura.

-Validar creencias absurdas y limitadoras sólo porque nuestro rebaño más cercano lo hace.

-Aceptar la mediocridad por miedo al ostracismo pasajero y contínuo que todo genio tiene en un momento dado de su Historia legendaria.

-Creer que AMAR es sólo aceptar los "defectos" de los demás y no estar en un contínuo éxtasis de bienestar y de pasión perfecto.

-Arrinconarnos a nosotros mismos y otorgarle el protagonismo a alguien que no nos llega ni a la altura del meñique.

-Elegir un papel secundario en la película de nuestras vidas. O peor, un extra.

Infla bien esas ruedas, haz el descanso conveniente en la cuneta, sonríele a los que pasan y pitan por impaciencia, tómate tiempo para ver el amanecer y acaricia a tu coche. Confía en él; te ha llevado lejos a lo largo de tu camino. Permítele ese descanso que merece y dale gasolina de la buena. Y sobre todo, agradécele que te haya llevado tan lejos en la Tierra. Cuando subas en él, roza el volante amorosamente y cántale para que arranque de nuevo con la pasión de antaño...o quizás te sorprenda y traiga más de la cuenta.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Nunca

  Una mujer sabia jamás podría ser una prostituta puesto que su dignidad depende de dicha sabiduría. Pero TODOS querrán romper dicha sabidur...