jueves, 6 de diciembre de 2018

Verdadera RIQUEZA

Jamás me he sentido pobre. 
Sí limitada, pero no pobre.
Desde que tengo uso de razón, siento que desde bien niña, me veía a mí misma un ser RICO.
Cuando era pequeña, muy chiquitina, me sentía inmensamente rica. 
Era tan creativa, tan llena de talento y expresiones artísticas, que me veía a mí misma como una emperatriz.
Tengo 44 años y mi vida económica ha sido todo un "caos", pero jamás me faltó nada. 
Soy un ser consciente de su esencia, de su naturaleza. No tengo conceptos sobre "quién es más rico que quien", pero sí sé quién NO ES rico.
Muchas personas han intentado en mi camino proyectarme su falta de visión interna y traducirla en "pobreza, falta de disciplina, no manejo correcto de la materia, etc...". Y no las he aceptado.
Sé quién soy. Conozco cada obstáculo del camino al milímetro. Y no permito que nadie me diga que vivo en escasez o pobreza, a pesar de tener o haber tenido limitaciones económicas.
No me siento pobre. Nunca me he sentido así. Yo jamás me he identificado con mis logros materiales, porque ellos no sólo dependen de mi fuerza de voluntad o de mis "querencias". No todo es tan simple como quieren presentarlo. 
A veces, no tener un "premio" físico o material es un logro en otros campos invisibles y que no son aplaudidos en esta vida llena de apariencias. 
Con esto que expreso no estoy diciendo que esté en contra de la materia y de vivir una buena vida en el mundo físico. No. Lejos de eso estoy. Digo que no soy fácilmente "conquistable".
Para muchos seres, algunos que conozco y yo misma, el éxito social llegaría tarde a nuestras vidas. 
Un premio determinado o una "medalla" social determinada nos dejaría indiferentes debido al camino recorrido. 
En mi caso, el éxito que conoce la gran mayoría, llega tarde. 
Soy poco impresionable.
No hay nadie ni nada que pueda resarcir ni pueda pagar cada huella andada, cada pisada del camino recorrido. 
Para ciertos caminos, el éxito se queda corto. El éxito que conocemos como reconocimiento social, prestigio, aplausos ajenos...
Mi verdadera riqueza se trasluce en cada infierno superado y no compartido, o muy poco compartido y visto.
La generosidad en su amplitud, eso para mí es riqueza. REAL. Palpable. Tangible. 
Ser generoso en palabras, en experiencias compartidas, en riesgos emocionales y espirituales...en pérdidas personales y ganancias existenciales.
Ser rico es una actitud de vida. Es tener una visión interna intocable por el exterior y por las ideas ajenas.
Es ser uno mismo pagando los precios que se deban pagar por ello. Eso es riqueza. No vender tu dignidad. No prostituirla.
Decir NO a tiempo a ciertos poderes.
Decir que sí a tu "locura interna".
Ser fiel y leal a tu SER. Eso es ser rico.

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