Sabiduría de las entrañas


Cuando una y otra vez sientes que tus límites no respetas y por ello sufres, detente.
Escúchate muy bien, y sobre todo, sé honesto-a contigo mismo-a.
Muchas veces creemos que podemos aceptar a otros y tener buenas relaciones con ellos. A veces no prestamos atención a nuestra voz interna y sufrimos como nadie.
No escucharnos pasa factura, una factura que se paga con muchísimo dolor.
Proyectamos en otros nuestras necesidades emocionales...sabiendo que no las van a satisfacer de ninguna de las maneras. Lo sabemos, pero hacemos caso omiso. Y luego sufrimos de la manera que lo hacemos.
Callamos nuestras voces para creer que pueden darnos lo que necesitamos, lo que anhelamos o lo que amamos, pero no es verdad.
Y la verdad no debería dolernos...al menos, sabiendo que todo lo que sucede es por nuestro bien supremo.
Cuando una y otra vez te sientes mal y dudosa en una relación amorosa, no vas por buen camino. No es un buen indicativo de que eso vaya a salir bien.
Cuando te sientes insegura, es por ALGO, siempre es por algo. Haz caso a tus entrañas y dí adiós al malestar. Haz caso a tu voz, que es la única que cuenta en las relaciones, al menos, en las buenas.
No es un buen camino el sentirte desesperada, insegura, dudosa y mal, muy mal. No es para nada el camino ideal de una buena relación llena de amor...
Si para el otro eres una "distracción", plantéate qué es lo que has visto en el otro que te ha distraído de tu camino.
Si para el otro le importa un pimiento lo que sientes o le gusta disfrazar tus palabras serias, de humor y quitándole hierro al asunto...plantéate qué es lo que no te tomas en serio de ti mismo-a.
Si para el otro es lícito introducir el juego de la celosía en una pareja, plantéate qué tipo de profundidad quieres desarrollar en tu pareja ideal.
Si para el otro los valores de amor tienen que ver con introducir elementos íntimos delante de un plantel de gente...mejor, deja de buscar pareja y dedícate a los bolos, que aceptan grupos de cinco o de seis.
No te faltes más el respeto y RESPETA tus límites, y no exijas a otros lo que no te das a ti mismo-a.
Y por supuesto, dí adiós a todas esas relaciones que no tienen futuro ni por h ni por z.
No te auto-engañes y deja de esforzarte por sentirte bien con alguien que no te hace sentir bien...acepta todo lo bueno y la generosidad de la otra persona por aparecer en tu vida y enseñarte todo lo que te ha enseñado.
Pero date la oportunidad de encontrar lo que mereces y lo que buscas.
Date la oportunidad de sentirte bien con el amor de tu vida que ...elijas.

Comentarios

  1. ¿Y cómo te libras de alguien que amas pero que tontea con todo el mundo?

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  2. Buena pregunta. Pregúntate si te amas lo suficiente como para dejar a alguien que no está a la altura de tu realeza de alma. Generalmente, los flirteadores natos son hombres inseguros y egocéntricos que curiosamente, no van a soportar ni aguantar a una mujer que haga lo mismo que ellos. Aunque siempre acaban con alguna fémina que les hace daño, debido a su inconsciente forma de actuar y de comportarse. Tienen la bandera de la "libertad" muy asumida pero luego no quieren mujeres que sean igual de "libres" o de inseguras que ellos.
    Ámate lo suficiente como para creer que este no es el último tren de tu vida. Y que apostar por ti, no tiene precio.

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