Niños de hoy, almas de hoy -dislexia-
Según la descripción médica oficial acerca de la dislexia, esta es el trastorno de la lectura que imposibilita su comprensión correcta.
Ahora vayamos al meollo de la cuestión en sí.
Eso que se llama dislexia es ni más ni menos que una comprensión visual holográfica aumentada en un nivel de consciencia elevado y perceptivo.
La visión, en sí misma, es "pequeña" para alcanzar cuotas de estados de conciencia alterados y se necesita de una visión no envenenada ni manipulada por parte del holograma visual conocido como lectura obligada o lectura educacional.
Las letras físicas que conocemos, visualmente hablando, son preciosas metáforas engañosas para el deleite de nuestra percepción lenta y gradual por parte del hemisferio izquierdo ya que el hemisferio derecho ha aceptado por mala educación visual, qué es correcto y qué no lo es para nuestra percepción interna. Pero es la percepción interna la que puede manejar rápidamente cómo dirigir la información decodificada percibida por los dos hemisferios cerebrales.
Los niños que padecen dislexia, en realidad, son profundos guías de su percepción interna y viven confrontados a la realidad vigente aceptada por todos como normal, es decir, es normal ver un caballo porque es la imagen aprendida de otros sobre lo que es un caballo.
Pero en otros niveles de percepción visual no aprendida por parte de la sociedad, la cultura, la familia, los profesores, la escuela, etc, es la percepción interna la que va a determinar qué es lo que estoy viendo y cómo lo estoy interpretando dentro de mí mismo.
En resumen, los niños que tienen este aparente trastorno son conscientes de sus percepciones internas y cómo observan el mundo literario y de las formas en sí mismas. Son almas muy sensibles y muy conectadas a sus percepciones internas.
El conflicto real viene cuando estas almas son agresivamente impulsadas a aprender cosas erróneas sólo porque los demás están desconectados y reorganizados por los límites de otros, impuestos siempre por el miedo al desarrollo personal y espiritual.
Aparentemente, estos niños padecen una lentitud al reaprender dicho lenguaje "viciado" pero la verdad es que, resulta que ellos son los rápidos en el aprendizaje, sólo que no están siendo vistos en sus percepciones holográficas internas. Son grandes meditadores profundos puesto que ellos saben cuándo sienten y ven el centro vórtice de su energía principal, de su energía primigenia y pura.
Esa lentitud tan marcada por una sociedad LENTA Y CIEGA no les permite reorientar sus sensaciones acerca de lo que están viendo y aceptarlas como tal. Su visión es clara y centrada y ellos necesitan dar rienda suelta a lo que ven y leen más allá de las palabras inventadas por el ser humano.
Démonos cuenta de porqué hay tantos idiomas en el mundo y de cómo hemos de adaptarnos, muchas veces con dificultad, a las jergas, los acentos, los verbos, la pronunciación, la entonación, el ritmo, etc y llevar a cabo una nueva forma de comunicarnos con otros. Esa nueva forma de comunicarnos es la llave para comprender a estos niños tan sensibles y rápidos. Traen nuevos lenguajes que no tienen nada que ver con la palabra ni con el número; son lenguajes provenientes directamente de sus seres y no necesitan ser contaminados por prejuicios terrestres e ignorantes.
El verdadero problema de la aparente dislexia no es la lectura en sí sino la falta de comunicación que hay hacia niños totalmente conectados a la comprensión holográfica interna de sus almas y corazones.
Puede que incluso estos niños aprendan a leer y comprender la lectura terrestre muy fácilmente si se les permite ser ellos mismos y dejarlos que se comuniquen en el lenguaje que sí entienden y ven en sí mismos.
Cuando alguien se siente a gusto con lo que está viendo dentro de sí y puede expresarlo, tiene la capacidad innata de estar abierto a otros aprendizajes mucho más fáciles y aburridos como lo es la lectura oficial y politicamente correcta.
Los niños necesitan muchísima creatividad y necesitan traer a esta nueva tierra lenguajes que desconocemos. Si un niño se inventa una palabra, una nueva palabra, bendícela. Sí, bendícela porque un ángel se ha instalado en la tierra para crear conexiones más puras y más centradas en las almas que portamos en nosotros y somos...
No son simple juegos. Son lenguajes eternos y amorosos que provienen de los nuevos seres que conquistarán Gaia.
Los nuevos lenguajes son más rápidos que la luz y la luz sólo puede provenir directamente del corazón sagrado, no del cerebro. El cerebro es el conector directo de las emociones puras y el que filtra el amor a compartir o el arte sagrado a expresar.
El hemisferio central del ser humano es el corazón sagrado, y es en él donde los nuevos seres y nuevas almas están intentando decirnos todo lo que hemos olvidado y lo que somos en realidad.
Ahora vayamos al meollo de la cuestión en sí.
Eso que se llama dislexia es ni más ni menos que una comprensión visual holográfica aumentada en un nivel de consciencia elevado y perceptivo.
La visión, en sí misma, es "pequeña" para alcanzar cuotas de estados de conciencia alterados y se necesita de una visión no envenenada ni manipulada por parte del holograma visual conocido como lectura obligada o lectura educacional.
Las letras físicas que conocemos, visualmente hablando, son preciosas metáforas engañosas para el deleite de nuestra percepción lenta y gradual por parte del hemisferio izquierdo ya que el hemisferio derecho ha aceptado por mala educación visual, qué es correcto y qué no lo es para nuestra percepción interna. Pero es la percepción interna la que puede manejar rápidamente cómo dirigir la información decodificada percibida por los dos hemisferios cerebrales.
Los niños que padecen dislexia, en realidad, son profundos guías de su percepción interna y viven confrontados a la realidad vigente aceptada por todos como normal, es decir, es normal ver un caballo porque es la imagen aprendida de otros sobre lo que es un caballo.
Pero en otros niveles de percepción visual no aprendida por parte de la sociedad, la cultura, la familia, los profesores, la escuela, etc, es la percepción interna la que va a determinar qué es lo que estoy viendo y cómo lo estoy interpretando dentro de mí mismo.
En resumen, los niños que tienen este aparente trastorno son conscientes de sus percepciones internas y cómo observan el mundo literario y de las formas en sí mismas. Son almas muy sensibles y muy conectadas a sus percepciones internas.
El conflicto real viene cuando estas almas son agresivamente impulsadas a aprender cosas erróneas sólo porque los demás están desconectados y reorganizados por los límites de otros, impuestos siempre por el miedo al desarrollo personal y espiritual.
Aparentemente, estos niños padecen una lentitud al reaprender dicho lenguaje "viciado" pero la verdad es que, resulta que ellos son los rápidos en el aprendizaje, sólo que no están siendo vistos en sus percepciones holográficas internas. Son grandes meditadores profundos puesto que ellos saben cuándo sienten y ven el centro vórtice de su energía principal, de su energía primigenia y pura.
Esa lentitud tan marcada por una sociedad LENTA Y CIEGA no les permite reorientar sus sensaciones acerca de lo que están viendo y aceptarlas como tal. Su visión es clara y centrada y ellos necesitan dar rienda suelta a lo que ven y leen más allá de las palabras inventadas por el ser humano.
Démonos cuenta de porqué hay tantos idiomas en el mundo y de cómo hemos de adaptarnos, muchas veces con dificultad, a las jergas, los acentos, los verbos, la pronunciación, la entonación, el ritmo, etc y llevar a cabo una nueva forma de comunicarnos con otros. Esa nueva forma de comunicarnos es la llave para comprender a estos niños tan sensibles y rápidos. Traen nuevos lenguajes que no tienen nada que ver con la palabra ni con el número; son lenguajes provenientes directamente de sus seres y no necesitan ser contaminados por prejuicios terrestres e ignorantes.
El verdadero problema de la aparente dislexia no es la lectura en sí sino la falta de comunicación que hay hacia niños totalmente conectados a la comprensión holográfica interna de sus almas y corazones.
Puede que incluso estos niños aprendan a leer y comprender la lectura terrestre muy fácilmente si se les permite ser ellos mismos y dejarlos que se comuniquen en el lenguaje que sí entienden y ven en sí mismos.
Cuando alguien se siente a gusto con lo que está viendo dentro de sí y puede expresarlo, tiene la capacidad innata de estar abierto a otros aprendizajes mucho más fáciles y aburridos como lo es la lectura oficial y politicamente correcta.
Los niños necesitan muchísima creatividad y necesitan traer a esta nueva tierra lenguajes que desconocemos. Si un niño se inventa una palabra, una nueva palabra, bendícela. Sí, bendícela porque un ángel se ha instalado en la tierra para crear conexiones más puras y más centradas en las almas que portamos en nosotros y somos...
No son simple juegos. Son lenguajes eternos y amorosos que provienen de los nuevos seres que conquistarán Gaia.
Los nuevos lenguajes son más rápidos que la luz y la luz sólo puede provenir directamente del corazón sagrado, no del cerebro. El cerebro es el conector directo de las emociones puras y el que filtra el amor a compartir o el arte sagrado a expresar.
El hemisferio central del ser humano es el corazón sagrado, y es en él donde los nuevos seres y nuevas almas están intentando decirnos todo lo que hemos olvidado y lo que somos en realidad.
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