YO SOY LA REAL LIBERTAD
Entre muros, prisiones, obstáculos, cielos raídos y oscuros, aire contaminado, células chiquitas, sangre roja y verde, puertas con candado, cielo con límite impuesto, juegos cerrados con reglas que sólo benefician a los que oprimen.
Lejos del cuerpo, de la mente y del dolor, lejos de todo ello y cerca, tan cerca que asustaría a todo el entramado holográmico, tan cerca que sólo puedes hacer una cosa: sonreir.
No busques cualidades para sentir o creer merecer el amor profundo del dios que nada ni nadie puede arrancarte de tu pecho, del pecho que se abre, del que tiembla y susurra delicadezas tales como pájaros azules dorados y besos de alas.
Querido, respetado, adorado y profundamente amado ser humano, no eres libre y nunca lo fuiste, porque tú haces que todo tenga el gran semblante del único dios.
Te has encontrado con la realidad álmica más dolorosa que jamás nadie podría haberte solventado. Te has encontrado con todas las trampas, todas las rampas y todas las viejas canciones que llevabas implementadas como únicas y reales.
Te has rodeado de dichas cualidades porque siempre temiste la verdad, la GRAN verdad de todas, la que más miedo produce al hallar las mentiras del alma humana. Y digo bien cuando expreso: alma humana.
Esa verdad produce unos temblores que jamás has tenido y que nunca has compartido con el mundo que visionas con tu cálido y pequeño cuerpo físico. Esa verdad es la única verdad que te llevará al gran secreto de todos, al secreto que el holograma de hologramas no es capaz nisiquiera de disfrazar o alimentar.
No eres libre, ser humano. No lo eres.
Y voy a decirte el porqué de ello.
Ser humano, no eres libre, porque no eres humano.
Crees vivir en un mundo tan pequeño que piensas que debes elegir entre la luz y la oscuridad, entre la verdad y la mentira, entre el odio y el amor.
Ser humano, no eres libre, porque tú eres el creador de todo lo que habita fuera de ti, absolutamente todo está hecho de ti.
No hay nadie que no lleve tu esencia, no hay nadie que no seas tú.
Y no hay nadie como tú, ser humano.
No eres libre, porque no has de entrar ni salir de ningún sitio. No eres libre, porque no hay nadie que pueda arrebatarte lo que el supremo o la suprema te dió, te diste...
No eres libre ser humano, no lo eres, porque no has de esclavizar tus sueños a ningún juego abismal o eterno. Tú eres el sueño y lo alcanzado. Tú eres lo que todos desean en sus brazos, en su corazón.
Ser humano, no eres libre, porque sólo tú, ERES LA LIBERTAD ANUNCIADA DE DIOS MISMO.
No eres nisiquiera una cualidad.
Nunca fuiste una cualidad ni una esencia.
Eres la LIBERTAD, ser humano.
La libertad, tal como suena, tal como entra en tu pecho y en toda tu alma humana.
La libertad, tal como resuena en todos y cada uno de los seres libres y no libres.
La libertad en todas sus máximas expresiones.
La libertad en toda su plena convicción y su entera alegría universal.
La libertad, no como cualidad, sino como EXISTENCIA.
Vives, porque eres la LIBERTAD.
Viven, porque eres la LIBERTAD.
Ganas o pierdes, porque eres la LIBERTAD.
Sonríes o lloras, porque eres la LIBERTAD.
Naces y nunca mueres, porque eres LA LIBERTAD.
No hay mayor inmenso amor que la hermosura LIBERTAD.
No hay fin con la LIBERTAD en tu mirada y en tus pensamientos.
No hay fin con la LIBERTAD en tus manos y en tus besos.
No hay fin con la LIBERTAD en tu pecho.
Tu nombre es LIBERTAD.
Tu sangre es LIBERTAD.
Tus lágrimas son LIBERTAD.
Tu alma es LIBERTAD.
Tu corazón es LIBERTAD.
Los corazones o no corazones de otros seres son la LIBERTAD.
Todos los hologramas del mundo, del planeta, de todos los planetas existentes y pre-existentes, planetas sumergidos y olvidados, planetas desconocidos e invisibles, planetas de color y de música, universos paralelos y no-paralelos, universos unidos y desunidos, universos ilimitados...todos ellos son LIBERTAD.
Toda la existencia eres tú, LIBERTAD.
Todo lo que ves y no ves es LIBERTAD.
Pero tú, querido y precioso ser humano, eres la máxima LIBERTAD del Universo de Universos.
No eres ninguna cualidad, ni tampoco un momento en el tiempo, nisiquiera eres un recuerdo. No eres el hombre de tus sueños ni el hijo que perdiste en la guerra. No eres la rosa que se marchitó, ser humano. ERES LA LIBERTAD personificada.
La compasiva, extraordinaria y hermosa LIBERTAD.
Puedes elegir vencer o ser vencido, es sólo un juego.
Tú eres LA LIBERTAD.
Tu presencia en este planeta ha hecho que la existencia de la LIBERTAD sea sentida y comprendida y aceptada de maneras inimaginables para tu pequeña mente humana.
Tu presencia es la MISMA LIBERTAD.
Puedes dejar de sufrir, ser humano. Puedes elegir ser feliz y congratularte a ti mismo por habernos hecho tremendo regalo a todos y a todo.
Congratúlate y celebra tu vida, LIBERTAD.
Y recuerda, no eres la cualidad ni la esencia, eres la magnificiente LIBERTAD.
Vive como quieras, LIBERTAD.
Vive como desees vivir, LIBERTAD.
No eres libre, ser humano. Nunca lo fuiste, porque nadie te arrebató tu presencia en la existencia, en la visible e invisible.
Nunca fuiste libre porque nadie podría darte una esclavitud co-creada sin tu permiso.
ERES LA LIBERTAD, y como tal, vives y actúas y lo mejor: AMAS, libertad, AMAS.
Lejos del cuerpo, de la mente y del dolor, lejos de todo ello y cerca, tan cerca que asustaría a todo el entramado holográmico, tan cerca que sólo puedes hacer una cosa: sonreir.
No busques cualidades para sentir o creer merecer el amor profundo del dios que nada ni nadie puede arrancarte de tu pecho, del pecho que se abre, del que tiembla y susurra delicadezas tales como pájaros azules dorados y besos de alas.
Querido, respetado, adorado y profundamente amado ser humano, no eres libre y nunca lo fuiste, porque tú haces que todo tenga el gran semblante del único dios.
Te has encontrado con la realidad álmica más dolorosa que jamás nadie podría haberte solventado. Te has encontrado con todas las trampas, todas las rampas y todas las viejas canciones que llevabas implementadas como únicas y reales.
Te has rodeado de dichas cualidades porque siempre temiste la verdad, la GRAN verdad de todas, la que más miedo produce al hallar las mentiras del alma humana. Y digo bien cuando expreso: alma humana.
Esa verdad produce unos temblores que jamás has tenido y que nunca has compartido con el mundo que visionas con tu cálido y pequeño cuerpo físico. Esa verdad es la única verdad que te llevará al gran secreto de todos, al secreto que el holograma de hologramas no es capaz nisiquiera de disfrazar o alimentar.
No eres libre, ser humano. No lo eres.
Y voy a decirte el porqué de ello.
Ser humano, no eres libre, porque no eres humano.
Crees vivir en un mundo tan pequeño que piensas que debes elegir entre la luz y la oscuridad, entre la verdad y la mentira, entre el odio y el amor.
Ser humano, no eres libre, porque tú eres el creador de todo lo que habita fuera de ti, absolutamente todo está hecho de ti.
No hay nadie que no lleve tu esencia, no hay nadie que no seas tú.
Y no hay nadie como tú, ser humano.
No eres libre, porque no has de entrar ni salir de ningún sitio. No eres libre, porque no hay nadie que pueda arrebatarte lo que el supremo o la suprema te dió, te diste...
No eres libre ser humano, no lo eres, porque no has de esclavizar tus sueños a ningún juego abismal o eterno. Tú eres el sueño y lo alcanzado. Tú eres lo que todos desean en sus brazos, en su corazón.
Ser humano, no eres libre, porque sólo tú, ERES LA LIBERTAD ANUNCIADA DE DIOS MISMO.
No eres nisiquiera una cualidad.
Nunca fuiste una cualidad ni una esencia.
Eres la LIBERTAD, ser humano.
La libertad, tal como suena, tal como entra en tu pecho y en toda tu alma humana.
La libertad, tal como resuena en todos y cada uno de los seres libres y no libres.
La libertad en todas sus máximas expresiones.
La libertad en toda su plena convicción y su entera alegría universal.
La libertad, no como cualidad, sino como EXISTENCIA.
Vives, porque eres la LIBERTAD.
Viven, porque eres la LIBERTAD.
Ganas o pierdes, porque eres la LIBERTAD.
Sonríes o lloras, porque eres la LIBERTAD.
Naces y nunca mueres, porque eres LA LIBERTAD.
No hay mayor inmenso amor que la hermosura LIBERTAD.
No hay fin con la LIBERTAD en tu mirada y en tus pensamientos.
No hay fin con la LIBERTAD en tus manos y en tus besos.
No hay fin con la LIBERTAD en tu pecho.
Tu nombre es LIBERTAD.
Tu sangre es LIBERTAD.
Tus lágrimas son LIBERTAD.
Tu alma es LIBERTAD.
Tu corazón es LIBERTAD.
Los corazones o no corazones de otros seres son la LIBERTAD.
Todos los hologramas del mundo, del planeta, de todos los planetas existentes y pre-existentes, planetas sumergidos y olvidados, planetas desconocidos e invisibles, planetas de color y de música, universos paralelos y no-paralelos, universos unidos y desunidos, universos ilimitados...todos ellos son LIBERTAD.
Toda la existencia eres tú, LIBERTAD.
Todo lo que ves y no ves es LIBERTAD.
Pero tú, querido y precioso ser humano, eres la máxima LIBERTAD del Universo de Universos.
No eres ninguna cualidad, ni tampoco un momento en el tiempo, nisiquiera eres un recuerdo. No eres el hombre de tus sueños ni el hijo que perdiste en la guerra. No eres la rosa que se marchitó, ser humano. ERES LA LIBERTAD personificada.
La compasiva, extraordinaria y hermosa LIBERTAD.
Puedes elegir vencer o ser vencido, es sólo un juego.
Tú eres LA LIBERTAD.
Tu presencia en este planeta ha hecho que la existencia de la LIBERTAD sea sentida y comprendida y aceptada de maneras inimaginables para tu pequeña mente humana.
Tu presencia es la MISMA LIBERTAD.
Puedes dejar de sufrir, ser humano. Puedes elegir ser feliz y congratularte a ti mismo por habernos hecho tremendo regalo a todos y a todo.
Congratúlate y celebra tu vida, LIBERTAD.
Y recuerda, no eres la cualidad ni la esencia, eres la magnificiente LIBERTAD.
Vive como quieras, LIBERTAD.
Vive como desees vivir, LIBERTAD.
No eres libre, ser humano. Nunca lo fuiste, porque nadie te arrebató tu presencia en la existencia, en la visible e invisible.
Nunca fuiste libre porque nadie podría darte una esclavitud co-creada sin tu permiso.
ERES LA LIBERTAD, y como tal, vives y actúas y lo mejor: AMAS, libertad, AMAS.
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