La mentira de la UNIDAD O UNIÓN

Cuando un líder sabe quién es, no necesita ser reconocido por nada ni por nadie.
Estamos muy mal educados ante una sociedad agrietada por los miedos y las inseguridades contagiosas. Nisiquiera los miedos son nuestros; son heredados por no se sabe quién ni cuándo.
Actuamos de forma mecánica y de forma autómata y no sabemos nisiquiera por qué o para qué lo hacemos.
Nos relacionamos con otros seres porque tenemos miedo de encontrar lo que hay dentro de nosotros. Capas y capas de desconocimiento humano que se doblan mientras tratamos de ocultarlas.
No queremos vernos, y mucho menos ver al otro, al que está enfrente. 
Utilizamos a los seres según nuestras conveniencias, intereses, miedos, soledades, angustias, precariedades, insolencias emocionales...no vemos al otro, vemos una sombra que no tiene nada que ver con el otro. 
¿Y porqué sucede esto?. Porque aceptamos los eclipses del día a día desde que nacimos o incluso antes de nacer, otras vidas, otros momentos congelados y dañados.
Nos unimos para mentirnos, para escondernos, para mediocrizarnos, para ocultarnos ante una sociedad que no existe...excepto en la mente indisciplinada que nos maneja y no es nuestra.
Hemos confundido lo que significa la UNIDAD. LA UNIÓN.
Somos una masa extraña, poco uniforme, loca y desperdigada. Nos manejan hasta para CUÁNDO HEMOS DE UNIRNOS porque los que conocen el PODER de la UNIDAD saben muy bien para qué sustraer nuestra esencia y nuestro poder. Y no es precisamente para empoderarnos, sino para destruirnos y mantenernos en el eterno Síndrome de Estocolmo que vive TODA la Humanidad.
Si piensas que tu agenda es la única que se maneja en esta realidad presente. Te equivocas.
Si crees que las únicas agendas que van a ser importantes son aquellas de las personas con las que lidias cada día, también te equivocas.
Si piensas que las únicas agendas que van a trastocarte son las de aquellos que están en determinados "poderes" en este mundo o en esta realidad presente, vuelves a equivocarte.
La única agenda de la cual podemos sacar beneficio y comprensión existencial es la agenda de nuestra CONCIENCIA. Y esa Conciencia lo conoce todo, o al menos conoce cómo manejar nuestras espadas y nuestras caricias. Cómo entregar o mostrar nuestra esencia amorosa.
Nuestra llamada autoestima también ha sido depauperada en un mundo que se basa sólo en la imagen esporádica de una conciencia viajante atemporal. Nuestra autoestima no se ha basado en nada más que en superficialidades; lo que demanda este sistema caduco y podrido. 
No se basa ni en las acciones, ni en las consecuencias de dichas acciones. 
No se basa en nuestro SENTIR y nuestro compartir. Se basa en la inmediatez material y en lo limitado. 
Se basa en la copia y no en la desestructuración de la mentira falaz humana.
Se basa en la repetición errónea y no en la repetición amorosa...dulce, tierna, eterna.
Hasta para ver y vivir al otro, mentimos y nos mezclamos con la norma, con lo que es aceptado y normalizado por no se sabe qué ni quién.
No podemos ni un sólo segundo de tiempo sostener un halago. Una visión desde el SER.
Inmediatamente, correspondemos con otro halago u otra frase conveniente para...¿para qué?.
No podemos ni queremos ni sabemos evaporarnos en el AMOR incondicional.
Nadie quiere desaparecer como una gota del rocío. Amando.
El proceso experimental de comprensión existencial y vivencial es INDIVIDUAL. Jamás puede ser colectivo.
Cuando estamos enfocados en las virtudes de otros, debemos embuirnos en ellas. No salir corriendo con otros piropos o halagos...hay que imbuirse, vivir el presente y saber que lo que vemos enfrente nuestro SOMOS NOSOTROS. Y podemos darle el tiempo necesario para VER lo bueno del otro.
Cuando nos toque a nosotros el turno de RECIBIR, hacerlo con humildad y a la vez con la grandeza del amor propio. No permitir que el tiempo sea un obstáculo para ser justos, con nosotros mismos y con los demás. 
Los verdaderos líderes SE AMAN, y AMAN.
No podemos correr a cubrir o tapar algo que estamos recibiendo o dando. Debe tener su propia conciencia de existencia. 
Aprender a dar es importante, pero aprender a RECIBIR es MAESTRÍA.
Deja que la vida te agasaje, tanto como tú quieres agasajarla.
TE LO MERECES.