El mensajero por encima del mensaje

Hasta no hace mucho tiempo nos habían convencido de que lo importante "era el mensaje y no el mensajero". Pero ahora ya sé por qué. 
Sólo alguien que tiene que ocultar algo diría eso, propagaría esa frase.
En realidad, NOSOTROS SÍ IMPORTAMOS. Es lo que más importa.
Nosotros somos los creadores y los dadores físicos y espirituales en este mundo o mundo en el que participemos, por lo tanto, IMPORTA EL MENSAJERO.
Importa su transparencia, importa su vida imperfecta pero clara como el día, importa sus lágrimas, importa su humanidad, importa su alegría, importa su lucha, importa su camino, importa sus decisiones, en qué están basadas y por qué las comparte con los demás. 
Hoy por hoy, IMPORTA MÁS EL MENSAJERO QUE EL MENSAJE. 
Es lo más trascendente que está sucediendo en estos momentos de tanta batalla espiritual. 
Importa que alguien dé su vida por la verdad. Importa.
IMPORTA SU VIDA Y EXISTENCIA, importan!!!.
Importa la huella que dejamos en estos pequeños cuerpos prestados al planeta que necesitamos y deseamos liberar.
IMPORTA.
Sólo una entidad que desea cubrirse y ocultarse en sus intenciones malévolas diría eso de "es más importante el mensaje que el mensajero". 
Porque esa entidad CONOCE todos los mensajes de la LUZ. Se mueve en dimensiones que nosotros a penas percibimos. Pero esa entidad no puede con la ESPONTANEIDAD DEL HUMANO ENCARNADO AMOROSO. No puede sustituir esa pequeña grandeza, con errores, con imperfecciones pero con una pureza consciente diaria para entregar lo mejor de uno mismo. Y ser luz, más que LUZ. Eternidad indestructible.