Joyas

A las JOYAS de tu casa, protégelas como si fueran los emperadores del mundo. 
Porque este mundo no es nuestro hogar real. Y las víboras siempre acechan a la felicidad eterna. 
Cuídalas como si fueran sagradas, intocables. 
No las muestres a todos los curiosos. Tu corazón es amoroso, pero la esencia de esta realidad física en la que nos movemos, NO LO ES.
Proteger a las joyas de tu casa no es aislarlas del mundo; es prepararlas para el mundo.
Cuando el niño supera con creces los 7 primeros años de vida la salubridad mental, emocional y espiritual ...ya puedes soltar su mano. Y confiar plenamente en su belleza, su PODER y su eterno SER.
Antes NO.
Las joyas de tu casa han de ser eso: JOYAS. Resguardadas en amor incondicional, generosidad, autocuidado, respeto eterno por sí mismos y por otros seres con esencia.
No es un consejo. Es una visión amorosa de alguien que quiere tu máxima libertad, felicidad y luz verdadera.