viernes, 19 de abril de 2019

Sobre solicitar ayuda

Quien me conoce, sabe que mi fortaleza es una cuestión de aceptación total de sensibilidad. Ser fuerte pesa. Llevar la etiqueta de fuerte es como tener la obligación y la necesidad de saciar esperanzas ajenas.
Y lo cierto, es que en mi devenir diario, al menos desde hace un tiempo...es más que costoso. Es duro.
Lucho contra mi propia ignorancia y a la vez junto con mi experiencia.
Desde hace más de 4 años no he pedido ayuda profesional terapéutica sólo por una razón, una razón difícil de explicar y de que mucha gente lo comprenda. Estoy en terreno pantagoso porque no sé si alguien ha podido vivir las mismas experiencias a ese nivel, y te aseguro que no son nisiquiera fáciles de explicar. 
Jamás he tenido problemas en solicitar ayuda cuando así lo he requerido, jamás. He sido una buscadora nata de soluciones para mi salud física, mental, emocional o espiritual. He llegado hasta el hastío de querer encontrar soluciones para mí o para obtener respuestas claras acerca de lo que había en mi inconsciente y dentro de mí.
Llegó un punto en que esa obsesión por buscar ayuda y ser ayudada por otros profesionales ( sé que podrías pensar que no todos pueden ayudarte. Y es verdad. Pero lo profundo de ello no es eso...es otra cosa) me hizo que frenara. Comencé a tener ataques de los mismos profesionales. Cuánto más quería sanar, menos se me permitía sanar. Más dolor se producía en la intención de sanación. Ver a unos cuantos profesionales ser poseídos, literalmente, delante de tus narices es algo menos que agradable. 
Aquellas últimas experiencias dentro de CONSULTAS me retiraron a lo más profundo de mi SER sin que tuviera el más mínimo interés por ser ayudada por nadie. Me generaron un trauma grave y lo peor de todo, sin saber qué coño estaba pasando en aquéllas CONSULTAS.
El quedarme dentro de mí sin tener la posibilidad de poder ser ayudada...ha sido lo más valeroso que he hecho en toda mi vida. Recuerdo la vez que estando en una consulta terapéutica mi SER entero me gritó: cierra ahora mismo tu corazón y no permitas el veneno espiritual de esta víbora. Cierrate. Me cerré. Si no lo hubiera hecho...a día de hoy no estaría aquí.
Muchas personas confunden mi osadía ante lo poco o mucho que he experimentado en defenderlo asertivamente ante el mundo... pero no tienen ni idea de lo que me ha costado sanarme sola. Sola. Con mi SER y nadie más. Y todavía estoy en sanación y en completo cambio. No he terminado...me queda mucho.
Maté mis ansias naturales de querer aprender de otros y ser ayudada por otros por obligación del momento. Lo que estaba presentándome la vida y tenía que aprender a base de duras e inolvidables lecciones. 
Humillaciones, confusión y dureza es lo que conseguí en algunas terapias. Todo lo duro del mundo vino a mí. Y yo me decía: sólo quiero sanar!!!!. Qué está pasando???
Sé lo que podrías estar pensando: tal vez te decían cosas que no te gustaran o dañaran tu ego... ojalá hubiera sido eso. 
A día de hoy... sé lo que ocurrió, pero cómo explicarlo para que lo entiendas?...
El autoconocerme me ayudó a ver mucho. Pero no de la forma que lo plantea el psicoanálisis o la psicología conductista o la recauchutada nueva era. No. Sino de una manera fuera de ti y de todo...( Cómo me gustaría poder expresarlo con miradas, manos, gestos...)
He sido vilmente atacada durante muchos años...sin poder estar en paz. No he podido descansar. No me han dejado. En estos últimos dos años, he podido descansar y recomponerme. Vivo como en una especie de esfera protegida...y me siento más menos segura. 
Mi problema puede que haya sido un exceso de autoconfianza, pero no ha sido el núcleo del problema. He tenido que hacer esfuerzos durísimos para estudiar, analizar el por qué estaba intentando ser aniquilada. De todas las formas posibles. Tengo la respuesta. Como muchos otros. No soy la única ni la primera. Pero esa respuesta no necesito decirla. Es obvia. No soberbia. Obvia.
Para mí pedir ayuda después de los gritos en la noche, las súplicas, los lloros, las depresiones y la tristeza ilimitada ...se convirtió en un gran problema. 
Me cuido. Y aprendí a hacerlo como NUNCA lo había hecho. Tenía verdadera codependencia y sed de aprendizaje de otros...y me costó mucho dolor tener que cuidar de mí. Sola. 
Todavía no he asimilado aquellas experiencias tan extrañas e irracionales para un mundo previsible como el del inconsciente y lo " profundo". Todavía las rumio...y sólo sé que gracias a ello, he podido ayudar a algunas personas a comprender en qué realidad viven, qué es su responsabilidad y qué NO ES su responsabilidad. La mayoría de los terapeutas están completamente equivocados enseñando unas premisas erróneas diciendo que todo es tu responsabilidad. A mí me parece aberrante afirmar eso y otorgarnos tanto poder. Lo siento. No tenemos tanto poder. Sí así fuera, ya seríamos libres desde hace siglos...y no lo somos. El ser humano cree saber...y no sabe. NADA.
No sabe quién es ni sabe en qué entorno vive y bajo qué condiciones. Es impresionante nuestra ignorancia supina.
Lo digo con toda la apertura de mi corazón abierta...no sabemos NADA.
Aquí TODAS las leyes están siendo violadas y sobre todo, manipuladas. 
Suena a que me posiciono como víctima. No. Suena a conocimiento que me dice que esta realidad oscura me ve como una víctima...y yo quiero romper eso. Y esa intención de romper la cadena de la víctima perfecta para este sistema es lo que realmente molesta!!!.
Desde niña he tenido problemas para respirar. Con 9 años estuve casi 15 días en la UCI ahogándome con un Asma bronquial mortal y con el pecho completamente hundido...
Esa falta de respiración ha sido una clave que ningún terapeuta ha podido hallar su respuesta clara. Yo sé lo que es.
Estar encarcelada, atrapada en esta ilusión me asfixia. Me ahoga. 
Ningún terapeuta que estudie la psicosomatización te dirá esto. Te asfixias porque estás encerrada en una ilusión. No lo hará, porque vive del engaño de la matriz...su sueldo depende de ello.
Y la somatización de enfermedades, qué gran engaño en un alto porcentaje. Es una excusa formidable para no incomodar a las fuerzas que se alimentan de nuestra vida. Es más fácil aceptar que tienes un cáncer porque llevas un alto nivel de rencor interno.... que aceptar que gracias a tus creencias has otorgado permiso para que fuerzas invisibles las cuales llamas dios, religión, Jesús, buda, Pepito de los palotes...succionen de ti toda la energía de devoción y seas implantado hasta la médula espinal y ser drenado hasta tu desaparición física en éste planeta. Lo entiendo. La versión más fácil es la más conveniente de aceptar. Pero, dónde queda la verdad????.
A pocos le interesa la verdad.
A mí es lo único que me interesa. Desde niña quiero ser libre. Va conmigo. Y lo seré, se oponga quien se oponga. Llevamos vidas luchando por ello...y ayudando a otros del gran engaño. Seguiré hasta que diga se acabó. 
Por el momento, para pedir ayuda de nuevo, tendría que hacer un escáner exhaustivo de quien desea acercarse en son de puente generoso. Y por supuesto, que no fuera alguien conectado fielmente al sistema o del que pudiera enamorarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

El chico de Oklahoma y los tres surfers de New México

  Ya que tengo a federales siguiéndome y vigilándome aparte de militares corruptos, les propongo un desafío de trabajo.  ¿Han observado la s...