Corazones...

Hay que llevar un intenso y delicado cuidado con el corazón.
El corazón es un lugar sagrado, vulnerable, tierno, dulce...
escucho historias de personas cada día, escucho cómo se aferran a personas que les dañan, que nos las aman como desean, como merecen. Y se me rompe el alma y mi propio corazón escuchar de gente que amo, historias llenas de una profunda tristeza y desazón espiritual. 
Se enfrascan en ver quién tiene razón, quién es más dañino, quién es más orgulloso, o quién más cruel.
Por favor, llevemos más cuidado con los corazones de las personas. Llevemos mucho cuidado con nuestros propios corazones.
He aprendido mucho en estos últimos 20-25 años sobre el amor...y sólo ruego que las personas con esencia, sean más y más cuidadosas con el corazón de los seres. 
El amor no es un juego. Es lo más delicado del Universo y hacer daño a otros no trae buena siembra. 
Hay demasiada intelectualidad, demasiada mente, demasiada frialdad emocional en la gente. La mayoría está anestesiada, sedada con dolor, heridas y vacíos. 
Dejemos de ser inconscientes con los corazones de otros, por favor. 
Deseemos el BIEN a todos los seres y dejemos de causar daño, profundo daño a nuestros seres.
Amémonos bien y cuidemos nuestra sensibilidad de manera correcta y abierta. Sin miedos. 
Protéjamos nuestro corazón de depredadores sociales. Cuidémonos del MAL, porque es inmenso con los enamorados. Con los amantes. Con los que aman. 
Rocemos el corazón de otros como si fuera el corazón de Dios.