Sobre Congresos y otras escapadas

Hace muchos años fuí consciente de las vías de escape que tenían la mayoría de personas que iban a Congresos, talleres y Conferencias de todo tipo. 
Uno de esos escapes era el SEXO. Oh sí!.
Si la coach de turno o el coach de turno "ESTABA BUENO" era como una salida aparentemente más "espiritual" a la discoteca de turno y ligarse al erudito en cuestión.
He escuchado en numerosas ocasiones cómo muchas mujeres afirmaban que iban a ver al "buenorro" x o al atractivo y.
¿Estoy en contra de la atracción o del sexo?: NO.
Estoy en contra de la estupidez y la superficialidad. Quien va a un Congreso porque la coach está para mojar pan, te aseguro que no va a introspeccionarse. Va a lo que va.
Y no importa lo profesional que sea la persona en sí, el cliente se dirige con una intención, y es clara. 
Si nos basamos en esas premisas, ¿quién quiere realmente introspeccionarse fuertemente o profundamente?.
Muy pocas personas tienen el coraje para decir: va a doler, pero voy a ello.
Nunca elegí profesionales para que me distrajeran, me comieran la cabeza o me hicieran un daño casi irreparable. 
Siempre elegí a profesionales, algunos más que otros, para profundizar con honestidad, claridad y COMPASIÓN. 
Me da vergüenza ajena todas esas mujeres que van a Conferencias para a ver si "pillan" con el gurú de turno. Me da profundamente asco.
Dejan a las féminas como profundas rameras que ni quieren aprender ni quieren ENSEÑAR. 
Lo sé, sueno un poco inflexible...pero es mucho más complejo que la inflexibilidad. 
El mundo interior para mí es algo serio, no un bar de mala muerte para echar polvos.
La mayoría de las personas tienen problemas para pedir ayuda cuando la necesitan...la mayoría. A mí me ha pasado al revés. Tuve que frenar el pedir ayuda. 
Poco ego he tenido para eso. Hasta que mi esencia dijo: basta. 
Tú sola. Ese fue MI RETO.
Hay lecciones que sólo puedes vivir tú sola. Puede que esté equivocada, pero el tiempo me está brindando fortaleza y sabiduría. Propia, no heredada.
También existen esos machos que van a retiros de silencio y sesiones interminables meditativas para obtener SEXO. Lo cual, es más patético. 
Porque me dicen que no han aprovechado bien los pubs y discotecas en sus adolescencias o juventudes. Que para eso sirven.
Los productos de meditación, talleres, cursos y conferencias se han convertido en verdaderos productos vomitivos donde la gente sólo quiere que le mientan, y cuanto más le mientan MEJOR.
Cuando algo pueda distraerte de tu introspección o de tu sanación, mejor no elegirlo. 
Elegir algo más apto para ti. No estoy diciendo más fácil. Estoy diciendo más enfocado. Más desnudo. 
Hay un gran número creciente de personas que van por el chute de adrenalina de dos horas, pero luego llega de nuevo la depresión existencial en nuestros caminos diarios...luego, ¿necesitamos más positividad, más gilipolleces, más risitas falsas?. En mi opinión, NO.
Algunos necesitamos MÁS verdad. Más liberación. Más consciencia. Y la consciencia no pasa por sólo lo positivo.
Pasa por el autoconocimiento, y ese no sólo te lo regala o te lo vende el terapeuta-gurú-coach de turno. Sino uno mismo. 
Con valor, visión, paciencia, tenacidad, claridad, enfoque, propósito. 
Pero no toda ayuda es ayuda. 
Mucha ayuda es desvío. 
Es falta de visión y de camino andado. Se necesita gente muy curtida en diversos campos, sobre todo, en EXPERIENCIA VITAL. 
La mayoría de terapeutas repiten como loros todo lo andado por otros. 
No es camino propio. Y yo no respeto eso. Lo siento. 
No quiero gente con carrera, quiero gente con kilómetros. 
No es lo mismo.