Confía en ti

Vivimos en una sociedad completamente hedonista donde esta tiene que mostrar cuán feliz o desgraciada es en todo momento.
No confíes en las personas que no viven su intimidad relacional a puerta cerrada. 
Las que contínuamente exponen su felicidad no están centradas en su felicidad, sino en la opinión que tendrán los demás acerca de su "felicidad".
Cuando uno es feliz, vive el presente. Y ni por asomo, se acuerda de grabar a cada rato todas las escenas que le evocan bienestar, alegría, serenidad y paz interior. 
Cuando la felicidad te inunda...la quieres toda para ti y para los seres que están a tu lado.
No necesitas demostrar NADA a nadie. 
La felicidad es un espacio donde la superficialidad de los selfies, grabaciones y demás medios tecnológicos casi no entran.
Cree en ti y no creas en la falsedad del que quiere que los demás vean lo que viven. Esa superioridad estúpida de la felicidad constatada sólo demuestra qué tipo de intencionalidad tiene...y no es la verdadera felicidad.
La que inunda y no necesita del mundo para ser reafirmada.