lunes, 27 de abril de 2020

Dónde vivimos y con QUIÉNES

El GRAN problema de las personas ingenuas y BUENAS que han creído en la ayuda externa "extraterrestre" para con la Humanidad es que les cuesta aceptar DÓNDE están. 
Ese y no otro es el problema.
Estamos en una cápsula del tiempo y del espacio que es limitada. Es decir, está controlada absolutamente por fuerzas y agujeros de una obscuridad poco conocida. Poco aceptada.
Vivimos en el mismo infierno.
Literal.
Y estamos completamente manejados por fuerzas y seres que no quieren nuestra libertad ni poder soberano. Al contrario: sólo servimos de langostas para un gran banquete.
El ser humano es la suma de 12 razas extraterrestres y fue un experimento de laboratorio hace miles de millones de años. Somos la raza número 13.
Pero una de las cosas que no saben nuestros padres genetistas es que somos el resultado de su fracaso y la respuesta a su pregunta: ¿dónde está Dios?
Lemuria y Atlántida fueron destruídas porque esa pregunta no llegaba a través de la Humanidad. Ni siquiera con su sacrificio completo. Y a día de hoy tampoco llega esa respuesta tan anhelada.
Todos los seres que están clamando ayuda y exigiendo ayuda universal para el conflicto de Tierra actual y pasado, no se dan cuenta de que ellos son LA RESPUESTA.
Muchos de nosotros permanecimos al lado de la Humanidad cuando esta fue "sacrificada" en última instancia en Lemuria y Atlántida.
La mayoría abandonó, LITERALMENTE, a la Humanidad...después de haberla sometido y abusado hasta niveles insospechados.
Los pleyadianos que tanto hemos defendido muchos, desgraciadamente, abandonó a la Humanidad en el pasado porque no encontraron las suficientes fuerzas para ayudarla. Se sintieron solos y abatidos por el resto de razas genetistas y padres de la Humanidad.
Sólo hubo una raza y muy pocos pleyadianos, muy pocos, que permanecieron al lado de los últimos atlantes humanos:
LA RAZA FELINA BLANCA.
Y después de más de 6000 años vividos...LA RAZA FELINA sigue con nosotros realmente a nuestro lado. Son apasionados de la Humanidad. NOS AMAN, nos protegen, nos cuidan y nos bendicen.
Y son de los pocos animales en este planeta que NO QUIEREN DEJAR de reencarnar PORQUE SU FUERZA ESPIRITUAL ES TAN GRANDE QUE NI LAS MAYORES FUERZAS ARCÓNTICAS DE ESTE UNIVERSO LIMITADO DUAL pueden con sus espíritus.
La raza felina no quiere extinguirse por nada del mundo en esta realidad. Ella representa la sagrada conexión directa con la fuerza y el poder DIVINOS.
Siempre lo he dicho: no hay nada más poderoso que la imagen de un felino. NADA. Y no digamos los rugidos de los grandes felinos. No hay nada más estremecedor y más hermoso que su VOZ.
Ellos están FÍSICAMENTE AQUÍ. No quieren que tú extrañes fuerzas sutiles que sólo viven dentro de ti. Por ello, se reencarnan y te acompañan.
TODOS LOS GRANDES MAESTROS FELINOS se reencarnan de verdad para que pises Tierra y te liberes a ti mismo sin la ayuda de nadie. Sólo con tu fuerza y tu poder interno.
El otro día, cuando vimos en casa a Liu Suria hablando de la decepción con la Federación Galáctica, en el momento que lloraba con él por su despertar doloroso mi gat-nieta Brownie, un ser aparentemente pequeñísimo, me miró fijamente con un AMOR INCONDICIONAL que no podría describir con palabras. Sabía perfectamente por qué estaba llorando y ella me dijo: no te preocupes. ESTOY AQUÍ. Y te comprendo.
Fue completamente revelador. Ella me inspiró este artículo.
Yo soy de las que piensan que este mundo es insalvable por obvias razones.
Pero lo que ocurre entre medias mientras caminamos en él, es LO SALVABLE.
Es nuestra experiencia en él lo que nos salva. Es quiénes somos en él lo que nos salva. Lo que es salvable.
Es nuestra compasión y nuestra luz en momentos oscuros lo que es salvable.
Es nuestra rebeldía ante un sistema que no muere, sino que se recarga a sí mismo por ley dual, lo que es salvable.
Es nuestra risa en la locura colectiva manipulada, lo que es salvable.
Es cómo amamos y perdonamos, lo que es salvable.
Es cómo experimentamos el infierno y lo iluminamos, lo que es salvable.
Para todos aquellos que necesiten de esa mano universal ajena...decirles que hay mucha gente a nuestro alrededor que son verdaderos hermanos universales. Que los animales SON NUESTROS VERDADEROS ÁNGELES DE DIOS y no los vemos. 
Estamos mirando en dirección incorrecta.
Es hacia dentro. No hacia fuera.
¿Quién eres tú?
Dime quién eres. 
Porque quizás eres tú el ángel que ha esperado la Humanidad y no lo recuerdas.
Y no, no creo en ti una responsabilidad para con esta sino un gozo interior que nadie puede arrebatarte si sabes quién eres.
Y Liu, tenías razón...Yeshua fue uno de esos grandes felinos blancos. Y Liu, también es mi última vida. Nuestra enseñanza mayor viene después de esta vida: el amor que nos tengamos a nosotros mismos para no dañarnos por otros. Ya hemos sufrido lo indecible. Se acabó. Mantengámonos en paz hasta entonces.

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Por sus frutos...

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