jueves, 14 de mayo de 2020

El embarazo animal

Cuando Vela, mi gat-hija, se quedó embarazada fuimos al veterinario a hacerle un chequeo y una radiografía para ver cómo estaban los pequeños y cuántos venían. Y, por supuesto, cómo estaba ella. El veterinario se sorprendió a priori de la bondad de la pequeña Vela porque se dejaba tocar y palpar como nadie. Nos comentó que era muy raro que las gatas se dejaran tocar de esa manera, pero lo que no sabía el veterinario es que Velita era y es un SER MUY ESPECIAL.
Nos dijo que venían en curso 4 angelitos y que era "normal" que muriera alguno ya que eso era la norma en el mundo animal y que no nos asustáramos. Yo, por supuesto, no acepté tal afirmación ni de coña. Me pareció sorprendente que se tuviera la certeza de que los gatos decidían no nacer porque sí, porque era la "norma" en el mundo animal. No lo acepté de ninguna manera y conecté con mi propia intuición y sabiduría internas y PREGUNTÉ.
A los animales los hemos tratado desde el comienzo de los tiempos humanos como SIERVOS NUESTROS, como objetos. Y esos objetos DEBEN atender nuestras necesidades espirituales y físicas de formas que podamos entendernos a nosotros mismos. Y si nos angustia pensar en la llegada de muchos animales en nuestro hogar por diferentes razones estúpidas, en el mundo espiritual, las grandes almas animales ATIENDEN tu llamada y no llegan. Mueren dentro de los vientres de las mamás animales. Y por esa razón, los animales detienen embarazos no deseados en las familias humanas o mueren varios pequeños posibles ángeles que deseaban llegar.
Como en la VIDA HUMANA.
No voy a entrar en el debate de qué está bien y qué está mal.
TODO ES UN APRENDIZAJE en este camino, y, a veces, es muy duro dicho aprendizaje.
DESPUÉS DE LA VISITA AL VETERINARIO me tumbé en la cama con Vela mi preciosa gat-hija y hablé con mis futuros y presentes gat-nietos diciéndoles:
TODOS SOIS BIENVENIDOS. Sois bienvenidos a casa y estaremos muy contentos de que lleguéis todos sanos y salvo. OS AMO. Os amo mucho.
Cuando Vela dió a luz y nacía cada pequeño ángel sano y salvo no podía dejar de dar GRACIAS por su llegada. En el tercero, fue un torrente de AMOR PURO inconmensurable porque me decía a mí misma: gracias por escucharme y por decidir venir, gracias. Me sentía muy feliz y MUY AMADA.
Si necesitas un INFORME ADAPTATIVO PARA TU PEQUEÑO HIJO O HIJA del mundo animal, escríbeme a: animalandia.puentes@gmail.com
¡¡¡GRACIAS POR CUIDARLOS Y AMARLOS!!!











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Por sus frutos...

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