La solidaridad envilecida

La sociedad española está viviendo un momento de máxima locura mental.
Esto se debe a que la responsabilidad colectiva del español medio ha sido totalmente otorgada a las fuerzas políticas actuales y pasadas.
La responsabilidad social ha sido completamente regalada a cualquier fuerza exterior que nos otorgara mínimamente un mendrusco de pan lleno de moscas y mierda.
No voy a hablar de la plandemia presente. Voy a hablar de los tempos que se pierden en nuestra falta de observación profunda hacia los acontecimientos que creemos, no son de nuestra incumbencia.
La falta de involucración en todo lo que IMPORTA en la HUMANIDAD pasa factura y no porque tenga que pasar, sino porque al ser todo, energía, esta viene de vuelta con más virulencia cuando la ignoras. Cuando la denigras. Cuando la anulas.
La corrupción forma parte del corazón del español ignorante.
Mas no del INSUMISO. Que el insumiso es el que nos llevó a tiempos gloriosos en Iberia. Pera ESA, es otra raza casi extinta en la península ibérica.
Como dije hace poco: tal vez sea la hora de hacerle un RCP colectivo a esa raza que todavía no despierta. Y haya que hacerlo violentamente para que vuelva a respirar BIEN. Y libremente.
Quizás haya que hacer lo indecible para que RESUCITE de entre los muertos y podamos salvar espiritualmente a este país ya enterrado por las fuerzas más diabólicas de esta nuestra realidad planetaria.
Un ser humano dormido no puede saber lo que es la SOLIDARIDAD.
Es una matemática imposible. 2+2 siempre serán 4, no 6.
Cuando alguien sólo está conectado a las órdenes visuales y perceptivas de lo externo a él o ella, su voluntad no pertenece al mundo del despierto, sino al del controlado esclavo eterno.
Por lo tanto, no puede llamarse a sí mismo solidario cuando porta una mascarilla y está atentando contra su propia salud.
ES UN LOCO. UN ROBOT manipulado.
No sabe por qué lo hace, cuándo lo hace y para qué lo hace. Por eso cuando se enorgullecen de ellos mismos y agreden con todas las de la ley a aquellos que no otorgan su voluntad a percepciones visuales externas, sino que estos lo hacen con su congruencia física, espiritual, mental y emocional, que a la par son integrativas de la conexión que mantiene con su corazón y su SER demuestran en dónde están y a quiénes obedecen. Que es el que verdaderamente maneja el volante de su voluntad, de SU CONCIENCIA. La conciencia tan apreciada y devorada por los lobos negros de otros "mundos".
Si tu conciencia solidaria es un reflejo de la inercia del colectivo que ves ahí fuera...has de saber que estás MUY LEJOS de la verdadera solidaridad.
La solidaridad está despierta siempre, no en momentos puntuales del ego colectivo que fagocita a las luces individuales, no.
La solidaridad real es MUY RESPONSABLE, muy consciente de a quién ayudar, cómo, por qué y para qué.
No podemos ser partículas vivas del eje del mal sólo porque tengamos miedo a salirnos del rebaño atontado.
Funcionamos en rebaños porque no hemos hecho ningún trabajo interno para conocernos y saber quiénes somos y qué hacemos aquí. Sólo queremos sobrevivir. MAL, pero sobrevivir.
El verdadero ser humano LUCHA por su libertad y, sobre todo, lucha por defender lo que es su soberanía divina, intocable e innegociable en ninguna circunstancia de este infierno que hemos aceptado como "aceptable y llevadero".
Ya no más tanta tragadera absolutista. Ya no más, tanto hincamiento de rodillas para adorar y suplicar a viejos dioses muy conocidos.
La solidaridad envilecida es una putrefacción de las acciones que hemos ido acumulando en contra de la conciencia individual y, sobre todo, colectiva.
Ser solidario es matar a la costumbre de las masas a seguir la corriente como peces muertos y encallados en puertos de esclavos mugrientos y malolientes.
Ser solidario es elegir el riesgo de lo desconocido para saber lo que es la verdadera solidaridad humana.
Ser solidario, a veces, es permanecer solo frente a la supuesta muerte para saber quién es ella y por qué domina los corazones temblorosos del hombre.
Ser solidario es empotrar a todos los miedos y morir digno frente a las mentiras del depredador.
Ser solidario implica RIESGO. Seguir al rebaño implica el riesgo de estar muerto en vida y convertirte en un animal muerto que sirve para hacer pactos maquiavelos contra la conciencia humana.
No tienes ninguna autoridad hacia nada ni nadie cuando aceptas un bozal que está yendo contra TU PROPIA SALUD Y, POR ENDE, TU VIDA FÍSICA.
Sólo eres un pedazo de carne manipulado por la obscuridad que te ha inundado, por tú mismo, apagarte.
Si no te enciendes ahora. JAMÁS lo harás.
Es en los tiempos convulsos donde la luz debe estar más iluminada que nunca. Y sólo puedes hacerlo tú. 
Deja de culpabilizar a las sombras que tú mismo permites en tu camino.
ILUMÍNATE AHORA.



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