miércoles, 28 de octubre de 2020

Estado de DECEPCIÓN

 Vamos a hablar de Estados.

Estado de Alarma.

Estado de Excepción.

Estado de Sitio.

Estado Español.

Estado de ánimo.

Estado actual.

Estado civil.

Estado espiritual.

Estado de Estados.

Estados Unidos.

Estado de Decepción.

Hasta que un ser humano no llegue al Estado de Decepción absoluto, no podrá JAMÁS ser casi dueño de su Estado soberano espiritual.

La decepción y la Soberanía van más unidas de lo que imaginas.

Tienes que llegar a la decepción absoluta, sino no podrás llegar a la comprensión acerca de cómo se mueven los patrones energéticos en el planeta Tierra.

Y no describo aquí la decepción como una frustración marcada de no haber conseguido lo que se esperaba, sino de ver que tu compromiso para con el cambio no es suficiente. Tampoco la acción lo es. No es suficiente. Es de un Estado del que hablo. Un Estado que cuesta alcanzar y que tiene unas implicaciones peligrosas para el sistema en el que estamos inmersos. Un sistema estructurado en la TOMA y en una respiración comprimida como células unidas en un cuerpo "mayor", y no en una expansión. Al menos, de momento.

Para que esa expansión ocurra se necesita más números de decepcionados seres que no quieran someter su voluntad consciente a la voluntad de otro, sea lo que sea, o quien sea.

Tienes que llegar al punto de estar hastiado de ser ahostiado.

Y el ser ahostiado tiene un punto limítrofe que no hay nadie que se oponga a ello. Es decir, cuando uno está cansado, la rendición que llega es automática y, a la vez, poderosa. Es una rendición de tocar techo, de ser consciente del techo y que más allá del techo no hay ningún guía, maestro, Cristo o Dios que pueda salvarte de tu percepción real acerca de lo que sucede en este planeta o capsula del tiempo. 

Dejar los deberes a Dios en ese punto no es aconsejable. Vendrán los depredadores a hacer su papel. El papel de Dios. Y tú sabes o deberías saber que Dios es tu CONCIENCIA, nada más que tu conciencia. Y que debes seguirla, donde quiera que vaya. Aunque no vaya nadie. Ni siquiera el más valiente o bravo. Ni siquiera los que amas. Ni siquiera...Dios.

Un Estado de decepción es necesario para hacernos cargo de lo que estamos viviendo en todos los niveles de nuestra vida aquí en Tierra. Cuando la gente aplaude el hecho de que alguien haya sido detenido porque es un MAL para el planeta, todavía no ha entendido qué es el MAL. O la corrupción. Y en mi caso, observo mi país, esa célula de tierra que forma parte de una célula mayor, y es de tal nivel de corrupción que no hace falta que echemos a todos los políticos actuales. Con una gran mayoría de gente del pueblo volveríamos al mismo problema una y otra vez. Hasta que no comprendamos que la corrupción es una RED INTERNA y que depende de nosotros cada día, cada hora, cada segundo, NO COLABORAR CON ELLA no habremos entendido lo que estamos viviendo como sociedad o como Humanidad.

Es lo que haces o eliges hacer en las peores circunstancias adversas que tienes lo que genera más corrupción o menos. No hay excusas. No me sirve que me digas que caíste porque debías dar de comer a tus hijos. Todos los corruptos del mundo quisieron "darle lo mejor" a sus hijos. 

Hacer lo correcto no quiere decir que vayas a salir en los periódicos mañana por hacerlo. 

Hacer lo correcto significa que la estructura del BIEN y de la CONCIENCIA están vivas en una holografía que moriría mañana sino estuviera implicada al 2000%. Vuelve a leer eso.

Luego, ¿es suficiente con hacer el bien o lo correcto? Dímelo tú.

El Estado de decepción es un estado de destrucción de todas las creencias y de todas las ideologías posibles, incluyendo las ideologías o religiones que describen a "Dios".

El Estado de decepción es un estado de consciencia presente y de liberación de engaño mental. Ante todo. Y ante todos. 

Para ayudar verdaderamente al mundo o, al menos, a una suma importante de gente que quiere ser decepcionada de verdad, uno debe preguntarse HOY: ¿cuánto voy a ser de corrupto hoy? ¿cuánta corrupción, engaño, mentira voy a permitir en mi camino? ¿Qué grado de responsabilidad de lo que existe hoy depende de mi corrupción interna? ¿cuántas veces giras la cara para no inmiscuirte en los problemas que corresponden a tu corrupción interna? ¿cuántas veces eliges DINERO frente a la VERDAD? ¿crees que eres mejor que los políticos? DEMUÉSTRALO. ¿Cómo? pagando PRECIOS. 

Precios duros. Precios que los demás no se atreven a pagar. Porque "tienen que comer". O porque creen que pueden vivir mejor que otros... a costa de otros.

Debes posicionarte en un Estado de no querer recibir "recompensa" por ser quién eres o por hacer lo que haces. ¡OH, sí! escuece mucho, duele mucho, y molesta mucho a tu EGO. Porque lo único que quiere el ego es recompensa, aplausos, admiración, vitoreos, dinerito, buena vida, buen sexo, buen trofeo a tu lado, buen objeto a tu lado, buenas fotos en primera plana, buen culo, buenas tetas, tamaños considerables, amor a la vista de todos, demostración de que "lo puedes todo", demostración de que eres invencible, al fin y al cabo, demostración de que eres GILIPOLLAS. Y que no has entendido de qué va esto.

La recompensa es ser quién eres. Independientemente de que los demás no te entiendan una mierda. De que seas despreciado, criticado ferozmente, anulado, vejado, ignorado.

De hecho, generalmente, esas son las huellas de que alguien está tocando bastante los cojones a estructuras demasiado antigüas y posicionadas demasiado tiempo en lugares sutiles que no le corresponden.

Si no tocas los cojones, no estás haciendo gran cosa. Y no, no hablo de las putas de primera plana que les tocan los cojones a quienes les pagan SUS chequitos en blanco.

Hablo de tocar los cojones que no se ven. Los que molesta ser tocados. Los que NADIE puede tocar, u osar tocar.

Los Nueva Eristas son especialistas en decirte cómo tienes que sentirte. Pero te diré que un Estado de Decepción está más cerca de la liberación interior de lo que tú te crees. La muestra de emociones (aunque sean extremas y "bajas") no invalida tu estado espiritual ni tu expansión como ser libre. Al contrario. Te acerca más a quién eres y te están contando el cuento al revés. Te quieren sin SENTIRES, ya sean emociones o sentimientos. No son lo mismo. Pero ambos te AYUDAN a tu liberación. Y mucho. Trabaja con el sentir mucho más que con la cabeza.

La decepción nos llevará al lugar más ALTO de nuestro espacio interno porque así debe ser. Una Humanidad dependiente y seguidora de religiones obsoletas, ya no es posible. La gente está muy cansada de las mentiras y de los vendedores que quieren convencerte de que su religión es la verdadera y la única. Y lo único y verdadero que existe de verdad acerca de la Divinidad, está dentro de ti y en tu propio conocimiento de ti mismo. Si tú no te conoces, y esa, creéme, es una ardua tarea, todo el mundo te dirá quién eres y quién no eres. Qué es tu responsabilidad y qué no lo es. 

Cuando hay conocimiento, la incógnita se despeja. No necesitas ningún oráculo ni maestro ni guía para decirte qué está bien o qué está mal. LO SABES. Eso no quiere decir que no aprendas de tus semejantes o no tengas maestros, pero elegirás a quiénes pueden enseñarte y quiénes pueden aprender de ti. 

La decepción sólo hace que el hoyo se haga más profundo. Y eso significa que tu conocimiento de ti mismo, también se está haciendo más y más profundo. Y más liberador. Más clarificador.

Y recuerda una cosa siempre: NADIE TE DEBE NADA cuando te decepciona. Las expectativas son nuestras. Y las creaciones también. CREA A TU FAVOR y en favor de la Humanidad y su CONCIENCIA. Pero no les exijas a los demás que te den, lo que tú mismo no te das. 

Lo dicho: si no quieres corrupción, sé un hombre o una mujer HONRADO-A. No te corrompas por ser uno de los momentos más trascendentes de la Historia humana. 

¿Y cómo sabes que es uno de los momentos más trascendentes de la Historia humana, Elena? 

Porque lo SÉ y porque yo lo digo. PUNTO.



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