Un cuento sobre Israel

 Previniendo la hecatombe que se acercaba ante el olvido de la VERDAD, el cerco del Consejo de los 24 se estrechaba,y, los 5 que se intuían guardianes de la flor de Israel sospechaban entre sí que debían "guardarse a sí mismos" por el bien de su pueblo sagrado. El sexto guardián de los 24 sabios dudaba tanto que había enfermado mucho. Su mente no le permitía sostener la verdad de su corazón. Su erudición lo estaba angustiando...no podía ser capaz de salir de lo enseñado. No era trigo limpio para los que ya habían decidido. La mejor solución para este hermano era un rezo antigüo de Yeshua. No dejar de rezar por él. 

El verdadero milagro sucedía a pocos kilómetros de Galilea, sin ellos saberlo. El maestro de infantes de una escuela judía sefardí, sentía cómo estos grandes hermanos lo necesitaban...pero él había sido apartado de la posibilidad del Consejo de los 24 mucho antes de que el resto se diera cuenta de quién era. Y de por qué había estudiado TODO para saber del llamado Cristo y haber hecho las preguntas que NADIE quiso hacer en su momento. 

El ruiseño caballero judío enseñaba las enseñanzas a los pequeños, con visiones propias y provenientes de un corazón guiado por una Divinidad desconocida...pero PURA Y COMPASIVA. 

Estuvo muchos años en un hospital psiquiátrico, compartiendo verdades con "locos" que comprendían la vida mucho mejor que miles de maestros. Un hombre que convirtió su tormento en AYUDA SINGULAR Y ÚNICA a los que sufrían de desprecio e incomprensión espiritual. Habita una humildad en él...tan inmensa como los océanos lejanos de Tierra. Y él debería ser llamado por los 5 maestros...para ser ayudados por él. Él sabe de Yeshua más que cualquier hombre con libro oculto en mano. 

Vive en el norte de Galilea, a las afueras de un pueblito que desconozco... Búsquenlo. 

Es un momento delicado para el Consejo. No confíen en los restantes 18 hermanos. La mayoría han aceptado creer en la "debilidad" del hombre. Mas no en Dios. 

Los 5 deben unificarse más y proteger al sexto. 

El verdadero sexto les espera desde hace tiempo... Lo encontrarán. Ronda los 70 y pocos. Barba blanca, pelo blanco, gafas, pequeño y muy muy alegre. Muy "loco", ¡pero tan sabio y bondadoso!