El camino de menor resistencia
Cuando observas bien de cerca a tu país y a sus ciudadanos, eres consciente de los patrones mentales y emocionales en los que han vivido durante décadas. Incluyo a Cataluña aquí. Es importante averigüar de dónde viene esa fortísima intensidad de separarse de una cultura o sentir territorial. Aquí hay muchas heridas ocultas y no vistas a plena luz del día. Heridas que no han sido RECONOCIDAS. Por eso emergen.
La Derecha. La Izquierda. Los rojos. Los "fachas". Los progresistas. Los conservadores. Los franquistas. Los del medio. Los insensibles. Los que no se mojan. Los que se mojan en demasía. Los que mueren por los dos "bandos". Los que mueren por NADA. Los que mueren naturalmente. Los que pitan. Los que aplauden. Los que vitorean. Los que pegan. Los que maltratan. Los que destruyen. Los que construyen. Los que escuchan. Los que sólo hablan. Los que odian con "motivo". Los que odian sin "motivo". Los que odian porque deciden odiar. Los que perdonan. Los que aceptan. Los que dejan ir. Los que viven el presente. Los que viven con ambición un futuro que no llega. Los que sólo viven en bucles del pasado. Los que se engañan. Los que no lo hacen. Los que respetan. Los que no lo hacen. Los que no pueden hacerlo. Los que sienten. Los que ya no sienten nada. Los que esperan ser vistos. Los que les da igual y se conocen de verdad. Los que saben quiénes son. Los que nunca lo sabrán. Los que tienen razón. Los que nunca la tienen. Los españoles. Los catalanes. Los que huyen de las etiquetas HUMANAS. Los que no saben qué son los programas mentales. Los que lo saben y se sienten frustrados porque los otros no lo ven. Los que son pacientes con los programas de los demás. Los que se alejan de los programas y AMAN. Los que ven lo bueno en cada ser vivo. Los que rezan por los que no rezan. Los que no rezan pero desearían comunicarse con Dios. Los que odian a Dios porque rezaron demasiado y este no responde. Todavía. Los que no creen en nada y envidian a los que creen en algo. Los que se preguntan por qué aquí y ahora. Los que no ven. Los que ven demasiado. Los que ven lo que ELIGEN VER. Hemisferio izquierdo. Hemisferio derecho. Cerebro.
SÓLO CORAZÓN.
La Derecha. La Izquierda. Bifurcación. Ningún centro a donde ir. ¿A qué centro deberíamos ir cuando sólo existe la derecha y la izquierda en esta vida limitada que nos presentan los que lo dominan todo o casi todo?
Todo ser humano está buscando el CENTRO. El centro de todo. El centro de la verdad. Porque la verdad no está en la derecha ni en la izquierda. La verdad sólo pertenece al CENTRO. ¿Qué centro?
¿Qué centro es ese que tanto busca el ser humano? ¿Dónde ha de hallarse tremenda conjetura vital?
El único centro que conozco es el centro del SER. El centro del corazón no físico, sino tu corazón invisible ligado a la glándula más subestimada del cuerpo humano: el timo. Y no debería llamarse timo, puesto que no lo es. Debería llamarse EL TIMÓN. El timón de todo lo que podemos llegar a comprender de nosotros mismos. Detrás del timón anda el capitán del barco más fructífero, hermoso, valiente y compasivo que pueda existir: tú mismo.
Pero para que la derecha y la izquierda no tengan más poder en nosotros, tenemos que CALLARLAS. Hacerlas SUMISAS de este centro vital humano, que es mucho más importante que cualquier ideología política, cualquier cultura, cualquier país, cualquier HECHO HISTÓRICO, cualquier ideología religiosa o espiritual, cualquier DAÑO O HERIDA que no deja de sangrar...
La derecha no escucha y debe empezar a escuchar la herida garrafal que causó el Franquismo a mucha gente, y, la izquierda tiene que dejar de justificar ciertas heridas DAÑANDO A MUCHOS OTROS INOCENTES por su dolor. El verdugo y la víctima son la MISMA ENTIDAD, para quien no lo sepa.
Reconocer los horrores que se causaron en ambos bandos, unos por impositivos y otros por venganza arrasadora.
Y lo mejor de todo: CONOCER QUIÉNES FUERON LOS PERPETRADORES DE AMBOS BANDOS para destruir un país llamado España. La gente ni siquiera sabe por qué lucha ni con quién lucha. Dos castas ANUNNAKIS sacrificando, literalmente, a su "pueblo" en favor de ellos mismos. Miles de muertos, miles de HUMANOS MUERTOS, en sacrificio y "honor" a sus "Dioses".
Los reptiles y los astutos Dracos haciendo de las suyas. Manejando TODA LA POLÍTICA y vosotros muriendo por ellos. Los que no veis ni queréis ver.
Personalmente, los admiro. Y me pregunto que llegado al punto del CAOS en el que estamos a nivel global, me pregunto: ¿en qué punto consciencial estarán ahora? ¿será beneficioso tanto despertar para nosotros ahora? ¿cómo vamos a poder sobrevivir ahora, cómo nos alimentaremos y de qué? ¿podremos ser auto-suficientes como depredadores? (nosotros también lo somos, no lo olvidemos...) ¿nuestra estructura fisiológica dimensional cambiará debido a este despertar humano? ¿dejaremos de existir? Si Dios existe, ¿dejará que nos exterminemos por nosotros mismos o lo hará él? ¿Extrañaremos a los humanos ... que hacían todo por nosotros sin que lo supieran? ¿Habrá más como ellos en el Universo de Universos? ¿Creerán en nosotros, tanto como los humanos lo han hecho ciegamente? ¿Se aliarán con nosotros sólo para proteger a los suyos como lo han hecho los humanos? ¿Hay alguien en el Universo de Universos que traicionaría a su raza para protegerla de nosotros, tanto como la humana? ¿podré sentir vida, pura vida, sin probar uno de ellos? ¿de dónde proceden estos pensamientos? ¿y por qué me preocupa mi propia exterminación?...
Es a través de la energía, que las conciencias VERDADERAS pueden crear almas y seres con conciencia. La conciencia no es sólo energía. La conciencia es INDESTRUCTIBLE, IN-CREADA E INAMOVIBLE.
Todos los seres o muchos seres, viven a través de la energía que otorga la CONCIENCIA. Algunos, TODOS LO HEMOS HECHO O SEGUIMOS HACIENDO, vivimos de la sangre de otros porque la sangre es donde la energía hace el viaje de la posible CONCIENCIA existente en un cuerpo humano o ser vivo.
Necesitamos comprender TODOS LOS VIAJES POSIBLES de todo ser. Reconocer cuándo podemos viajar con ellos... o no. Hay de todo, como en la viña del Señor. Y utilizar el camino de menor resistencia para conocer al otro. Salvarlo. Ayudarlo en lo posible. ESCUCHARLO.
Y para escuchar necesitamos estar en el centro. EN EL CENTRO. Y no en la izquierda ni en la derecha.
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