A las mujeres nos gusta que nos llamen por nuestro nombre,
no: tía, colega, nena, baby, mamacita, tú, "usted" o cualquier mierda lingüistica que nos distancie
emocionalmente de nuestra REALEZA interna: nuestro NOMBRE. Que para eso nos lo
pusieron.
Único, abierto, pacífico y revolucionario. Parte de la VERDAD latente que subyace en nuestro inconsciente y parte del trabajo realizado desde la observación, reflexión y profunda mejora de la percepción de este nuestro mundo actual. Te adentrarás en las cuestiones que muy pocos se hacen o que poco se hace esa gran "mayoría". Verás casi sin abrir los ojos y escucharás todo aquello que has tapado durante mucho tiempo. Es tu hora, NUESTRA HORA. Recuerda de qué color son tus alas y VUELA!!!.
"Es increíble y vergonzoso que ni predicadores ni moralistas eleven más su voz contra los abusos hacia los animales" ...
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