Un DERECHO DE ORO humano

 Uno de los derechos más fundamentales que tiene el ser humano y el cual no se habla o se defiende mucho en nuestra actualidad monotemática es este: el derecho a la BIFURCACIÓN del camino vital.

Los seres humanos tienen derecho a cambiar la dirección y el VIAJE de su experiencia vital. Y eso equivale a abandonar una religión, una LOGIA, una pareja, una empresa, ¡una familia!, una creencia profundamente arraigada, un planeta, etc.

En nuestro momento trascendente mundial, el cambiar de religión o de LOGIA, puede verse más atacado que cualquier otra bifurcación vital. ¿Por qué? porque aquí se unifican los conceptos mal entendidos como el grupo, el espíritu, la "verdad", el conocimiento y la LEALTAD.

Pero el grupo NO DEBE SER MÁS IMPORTANTE que la CONCIENCIA PURA PRIMIGENIA INDIVIDUAL. Jamás.

El grupo no puede sustituir la conexión intrínseca de un sólo individuo con la Divinidad INTERNA. 

El espíritu colectivo no es representativo de la conexión directa con nuestra propia Divinidad interna. Muchas religiones, por no decir absolutamente todas, han creído falsamente en esta aparente verdad. 

El espíritu colectivo puede ser maleable y controlable desde muchos frentes, pero el individuo que escucha a su Divinidad interna es más poderoso y más leal a Dios que un planeta entero siendo llevado por fuerzas externas que debilitan su propia voz intuitiva. La individual.

El conocimiento no necesita de secretismos en estos momentos de la película llamada Tierra por diversas razones. El verdadero conocimiento se protege a sí mismo; no necesita ser llevado a la "cueva" oscura y oculta para protegerlo. El conocimiento yace en nuestra propia naturaleza Divina. Es Dios mismo quien lo protege y lo guía. Y cuando un individuo está conectado con su propia voz interna, SABE cuándo ha de compartir ciertas verdades y cuándo NO. No necesita la validación de grupos centenarios para creer en sí mismo y en su propia verdad. La verdad es más fuerte y más poderosa de lo que nosotros podemos apreciar en un pequeño cuerpo humano. La verdad está en todo lo que vemos y no podemos ver, o no queremos ver.

La verdad no necesita guardianes ni guerreros que "maten por ella". La verdad es mucho más estruendosa y dulce de lo que podemos apreciar a simple vista.

Son momentos clave para muchos seres humanos. De mucha BIFURCACIÓN de experiencia vital. Y el derecho de oro a esa bifurcación no necesita ser perseguido ni espiado ni controlado ni negado. Ni mucho menos, eliminado. 

Se requiere de mucho VALOR para defender a esa pequeña voz que trata de decir algo importante mientras una logia masónica se "preocupa" por la salida de ese "infiel" y hace todo lo posible para que no lo haga. Se requiere coraje, verdad, visión interna, PRINCIPIOS sólidos internos que tienen que ver con la conexión irrompible con esa Divinidad que ha sido humillada en el colectivo, en el grupo.

Dios llama, pero lo HACE A SU MANERA y no a la manera de ninguna religión existente. 

Esto que comparto no es un ataque a ninguna religión, logia, secta o grupo religioso secreto. Quiero que todos ellos, los que me lean, comprendan qué es exactamente a lo que me refiero.

Cuando un ser humano se empieza a escuchar a sí mismo y deja de escuchar a su grupo... está sucediendo el fenómeno del CRISTO INTERIOR. Y quien esté en contra de esa escucha, o esté en CONTRA DEL CRISTO, es muy evidente que no conoce la libertad espiritual ni la verdadera fidelidad, que es la que uno debe tener con DIOS, y sólo con Dios: SU DIVINIDAD, SU CONCIENCIA PURA Y PRIMIGENIA.

Pero generalmente, los grupos se sienten ofendidos porque ellos creen o ponen sus creencias en aquellos que deciden tener su propio camino, es decir, se les proyecta una cantidad indecente de los propios miedos de quiénes crearon esos grupos, logias o religiones. 

A día de hoy, asumir o suponer, que alguien no está cerca de Dios es una osadía por parte de aquellos que no escuchan su voz interna y siguen enfrascados con textos antigüos sagrados que ni siquiera entienden. O que no desean superar...por miedo. Ese verbo dará miedo a aquellos fieles de los libros sagrados: superar.

Con superar me refiero a ir donde NADIE SE ATREVE A IR o no osa entrar porque "ofendería" a los avatares de antaño, a sus maestros. Pero un verdadero maestro se crea en la incertidumbre. En hacer lo que nadie hizo, en decir lo que nadie dijo, en experimentar aquello que nadie quiere experimentar. Estoy hablando en términos de congruencia interna y no de posesión o usurpación espiritual cuando digo lo de "experimentar". La experimentación de permitir lo que nuestra Divinidad quiere experimentar y quiere compartir con el mundo.

Los grupos secretistas o religiosos TEMEN las salidas de sus fieles porque temen que alguien sienta que lo que para ellos lo es TODO...para esos "infieles", no sea suficiente. Pero ese pensamiento es infantil. No es de un espíritu maduro. La mayor madurez que puede vivir un ser humano es entender la libertad de los seres vivos, de TODOS. La libertad para equivocarse o la libertad para ACERTAR y que nos muestren nuestros "errores". Pero esto último requiere de una humildad poco vista en los grupos...

Que un ser humano diga o afirme contundentemente: esto no es suficiente para mí, no debería provocarnos dolores o fatigas indeseables. Y si lo hace, es porque los grupos "de hermanos" OCULTAN la verdad. Ya estamos viendo en nuestro momento brillante humano, que a pesar de todas las grandes dificultades que estamos lidiando todos, que las cúpulas están siendo llevadas al suelo para que puedan estar al nivel de los que duermen y no pueden ver la verdad.

Todas las cúpulas están siendo destruídas. No han sido buenas ni justas para con la Humanidad.

El ser humano tiene un DERECHO DE ORO fundamental y es el de: bifurcarse en el camino. Dar un volantazo hacia la dirección que no creía "correcta".

Ese volantazo está diciendo que Dios, el ETERNO, la Fuente UNA sagrada, está hablando a la gente a nivel individual. Porque como nunca nos lo han dicho: cuando un ser humano se escucha a sí mismo, está en UNIDAD CON EL TODO. Y esa Unión es la que los grupos religiosos, secretos, sectarios, no entienden. 

Permitan que sus "hermanos" salgan de sus caminos. Permitan que sus "hermanos" ya no vibren con sus verdades, porque han encontrado la suya propia. No los conviertan en sus enemigos sólo porque ya no pertenezcan a su Hermandad. No son enemigos. SON SUS MAESTROS y deben verlos como tales.

Y si algo les mueve por dentro, ciertas incomodidades, APRENDAN DE ELLOS, tal vez Dios, su Dios interno esté tratando de decirles algo.