Cuando alguien apoya a otro alguien...no espera realmente una respuesta de ese otro. Sólo espera que pueda ser ayudado desde una perspectiva divina vista desde un ser humano diferente a su entorno o a todo lo que le rodea. Ni siquiera debe hacerlo por reconocimiento, sino con fe de que el otro recibirá lo que verdaderamente necesita en ese instante difícil de su camino vital.
No se necesitan hacer listas ingentes de "todas las personas que me ayuden" para devolverles el favor inmediatamente. Con que cumpla con su visión interna perfecta es SUFICIENTE. Es un pago justo.
No hay NADIE en este mundo que pueda recompensarme de mis decepciones, de mis angustias vitales, de mis problemas, de mis necesidades personales, de mis quejas, de mis dolores.
El único que puede recompensar es Dios (la Fuente). Yo sólo puedo ser recompensada por él o ella.
Parte de la recompensa es ser quién una es. Seguir siendo quién soy, a pesar de generarme más obstáculos y pesares que satisfacciones. Ser quién una es... es la bendición.
https://www.youtube.com/watch?v=0GpswhxgIws
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