lunes, 10 de mayo de 2021

Soy de esas mujeres...

 ¿Sabes? soy de esas pocas mujeres que cuando creía que "el amor de su vida" estaba saliendo con una bella mujer, era capaz de desearle lo MEJOR a ese hombre. Y lo sentía profundamente.

Soy de esas mujeres que desea tanto la felicidad de otros que nunca compito con nadie. No es mi estilo.

Soy de esas mujeres que cuando observa de cerca a otra mujer hermosa, buena, inteligente y merecedora de amor incondicional...le dejo el trabajo a Dios. No lucho. Nunca lo hice.

He gustado a hombres de todo tipo y he rechazado a muchos hombres que luego se enrollaban con mi mejor amiga...simplemente porque les dije no. Querían estar cerca de mí sólo para generar algún sentimiento de vuelta sobre ellos. Y sonreía en mis adentros porque me preguntaba: ¿por qué la gente se complica tanto la vida? ¿por qué se hacen tantas estupideces por alguien que no quiere estar contigo o no le gustas? ¡Déjalo estar!

Soy de esas mujeres que han comprendido lo que NADIE puede comprender, pero que ve como nadie ve. Y lo acepta. 

Soy de esas mujeres que iría al infierno por el hombre que ama ... si este ME AMA.

Pero con los años, la experiencia, la mirada interna hacia el amor incondicional que brota dentro de mi fuente interna...me he dado cuenta de que yo soy la MIMADA DE DIOS. No creo que haya nadie a la altura de mi espíritu. ¿Soberbia? ¿seguridad desafiante? tal vez. O tal vez sé lo que he caminado, lo que he dado y lo que no me cansaré de dar en la vida.

No existe mujer más hermosa que yo cuando AMO. A mí me encanta amar porque mi belleza se incrementa un 200 por mil y eso me beneficia de todas las formas posibles. La belleza que emano cuando amo y confío en mi esencia divina es inefable. 

Soy de esas mujeres que cuando amó a un hombre a destiempo...le deseó con todo su corazón y su ser, LO MEJOR. 

Yo no sólo merezco ser amada. Yo merezco a un ángel a mi lado. Un hombre que sepa apreciar y adorar eso.


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