Lenguajes y lenguajas...
¿Cuántas veces habremos oído, escuchado, leído que las palabras hieren?
"Ten cuidado con lo que dices"
"Mira bien tus palabras"
"Lo que dices, es lo que atraes"... y blablabla.
Puede que las palabras cuando son sinceras, duelan.
Pero, ¿por qué NADIE HABLA de los silencios atronadores, espantosos que no sólo dañan, sino VEJAN, MUTILAN, HUMILLAN, CASTRAN, VILIPENDIAN, TORTURAN, AMARGAN, IGNORAN Y LO PEOR, MATAN?
¿Por qué nadie habla de que el silencio en muchas ocasiones es una AGRESIÓN PASIVA y terrible para las personas?
¿Por qué nadie habla de que el silencio denota un sí terrorífico a todo lo que se presenta en frente de lo que nos daña en el corazón?
¿Hablamos de los pasivos agresivos? ¿Hablamos de sus enormes manipulaciones psicológicas y emocionales?
¿Hablamos de la pistola con silenciador que utilizan muchas personas debido a sus personalidades narcisistas ególatras que creen que el mundo debe girar según sus necesidades y quereres?
Dejémonos de notas ajenas, parábolas bíblicas y seamos SERES HUMANOS. Con palabras difíciles o silencios respetuosos, pero que sean respetuosos, no denigrantes y humillantes.
A los pasivos agresivos hay que frenarles LOS SILENCIOS. Porque si no estos se pueden convertir en hoyos profundos en nuestros corazones y no estamos en esta vida para permitir que las fuerzas del MAL sigan cavando donde quieren y cuando quieren.
Si la VERDAD asusta...que el silencio sea siempre roto setenta veces siete.
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