Ojos bien abiertos
Todo es mentira. Absolutamente todo.
Bucles de mentiras contínuas. Vómitos de mentiras. Ilusiones. Espejismos. Desiertos llenos de alfileres que rompen y rajan toda esperanza en la Tierra. Los mentirosos campan a sus anchas. Mienten y les encanta hacerlo. Sostienen a la verdad oculta. Violentamente ocultada. Matan para ocultarlo TODO.
Todo es mentira y nuestros ojos y sentidos están siendo profundamente contaminados. Absolutamente contaminados con cuentos para gente hambrienta de justicia que jamás llegará aquí. Y eso es una aceptación interna que sólo los valientes pueden reclamar en sus caminos vitales.
Vivimos una gordísima mentira. Y los mentirosos se nos acercan cada segundo para no tener que permitirnos crecer en la única y jodida verdad: este mundo nunca cambiará. Es su naturaleza la mentira, la falacia mentira. Y sus soldados son millones. Trillones.
Todo es mentira. La verdad sostenida en ti sólo te convierte en el enemigo más peligroso del mundo y los candados que vas a recibir para no moverte ni poder respirar libremente van a ser los candados de los verdaderamente iluminados del planeta que no dejaron ninguna huella a nadie. Porque las huellas fueron manchadas con más y más mentiras.
Es absolutamente todo mentira. Una gran mentira que nos cubre y matará a todo espíritu libre. Esa es la naturaleza de ESTE mundo. Y no se puede cambiar como tampoco puedes cambiar tu verdad ofendiendo a los traidores humanos. La verdad es la ofensa, la gran ofensa para todos. No gusta ni se puede mirar de frente a los ojos. Duele, duele tanto que sólo se siente la intencionalidad de asfixiarla porque es dura, fuerte y poderosa.
Es todo mentira. Y eres tú quien está ofreciendo verdad al mundo. NADIE MÁS. Porque el otro está mintiéndote vilmente e intencionadamente. Es su naturaleza.
Todo es una sucia mentira.
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