El BIEN, dividido...

 En realidad, el BIEN es uno, pero, desgraciadamente, el anticristo está dentro de la Alianza de la Tierra.

Esto no va a gustar. Y la lucha no ha acabado todavía, ni siquiera ha empezado de verdad...lo gordo está por salir todavía. Siempre hemos hablado aquí de la lucha entre el bien y el mal, que existen por supuesto, y todavía quedan seres que polarizan o relativizan las fuerzas de los mismos con una ignorancia y ligereza propias de seres que pertenecen a la FALSA LUZ.

Aquí se combate no contra la oscuridad, sino contra la FALSA LUZ que es mucho más peligrosa que la oscuridad. Para quien no lo sepa, el anticristo es un representante de la FALSA LUZ, "muy luminoso" que tiene todas las cualidades para creer en él o en ella, excepto cuando te das cuenta de que lo que hay dentro del mismo es puro abismo obscuro y no luz ni conocimiento.

Muchos seres pierden la batalla espiritual por el camino y sus cuerpos son tomados por entidades diabólicas del tamaño de países...pero como humanos, no vemos ni percibimos nada porque vamos a trancas y barrancas con "lo aparente". Lo aparente en muchos seres, en demasiados seres de este planeta, es una huella de memoria genética que los dracos y otros reptiles mimetizados en cuerpos humanos utilizan para proyectar en la vida de los seres amados de aquellos que perdieron la batalla, para seguir con sus grandiosos planes de destrucción, aniquilación y PROFUNDO DOLOR. Utilizan todo el entorno para generar caos y manipularlo TODO a su antojo. Porque sólo quieren un fin: COLONIZAR LA TIERRA y seguir sustrayendo sus fuerzas y recursos más poderosos.

Los que lleváis años en este ENTRENO ESPIRITUAL, observad bien las jugadas de los que están en primera fila porque son más que importantes, son trascendentes para el futuro de la Humanidad.

Sólo tengo un mensaje de Yeshua que compartió conmigo:

"Hasta que el ser humano no se conozca profundamente a sí mismo, no podrá conocerme de verdad, puesto que la Historia no es el reflejo de la verdad subyacente de la esencia de ningún maestro que haya pisado la misma tierra que pisas tú ahora. Conócete y me encontrarás".