La verdadera humildad

 La seguridad no es soberbia, ni tampoco falta de humildad.

La humildad no es sumisión. La mayoría de los humanos confunden la sumisión religiosa o espiritual con humildad. Y Dios no nos quiere así. Arrodillados. Esa es una falsa imagen de la verdadera grandeza del único y verdadero Yeshua. 

Jesús nunca querría que alguien se postrara ante él. Tenemos muchas ideas confundidas acerca de lo que es el verdadero amor incondicional. Yeshua era tan guerrero y tan amoroso que no permitía que la gente perdiera su conexión PRIVADA con Dios. Sólo ayudaba a magnificar la conexión con su enorme presencia consciente. Tan incondicional. 

Los infiltrados en este planeta han querido SIEMPRE que el ser humano se postrara ante ellos ... disfrazados de salvadores que a la hora de la verdad DRENABAN la esencia de los imprudentes y los que pretendían ser o aparentar "humildad". 

La falsa humildad puede venir gracias a un ego sostenido en la mentira social o religiosa. 

No aparentes NADA. No quieras aparentar nada. Y lo serás todo.

Confía en la gente apasionada, con fuego en el pecho, con cientos de equivocaciones y con cientos de reconocimiento de dichos "errores". Confía en la gente de fuego eclosivo en acciones, en expresiones, en ideas, en sentimientos, en creatividad y en generosidad pura hacia otros. 

La verdadera humildad no es sumisa. Tiene mucho conocimiento y un grado de conversación interna con la VERDAD elevado. 

La humildad es arrasadora en humor, alegría y buen trato al prójimo. No apariencia de buen trato. Se siente un calor explosivo en las manos de los humildes. Un calor que nada ni nadie puede apagar.

Los humildes de corazón no les preocupa lo que otros piensen de ellos. Compartirán y ayudarán SIN PASEARLO ante la sociedad. 

La humildad no es sumisa ni tampoco altiva. La humildad es JUSTA. Justa con el valor interior, la autoestima del viaje interno, el desnudo de Dios en ellos. 

Ni siquiera hay que decir a los humildes de corazón: sé humilde. No hay que decirles nada. ESA ES SU NATURALEZA y nadie la cambiará. Pero dejemos de confundir la humildad con SUMISIÓN A OTROS. Eso es drenaje y es pérdida de la autovaloración personal y espiritual.