Pobre niña, pobre verdad

 Quien asesina a la verdad, asesina la posible libertad humana.

Quien asesina a los que gritan verdad, se asesina a Dios en notas del rocío...un rocío que no brota ni llora ni aparece.

Quien asesina la verdad, asesina el amor verdadero. Asesina a la esencia real de los que se llaman hijos de lo eterno.

¿Alguien ha visto la verdad por algún lado? ¿alguien la ha visto pasar por alguna calle estrecha y perdida? ¿alguien la ha visto perfumada o derrotada pero viva? ¿alguien ha visto a verdad, a esa mujer hermosa y entera? ¿alguien ha podido soportar ese fogonazo que te ocasionan sus ojos cuando la miras de frente? 

¿La has visto tú? ¿has visto a mi preciosa verdad? ¿la has visto?

Si la ves...dile que vuelva por favor, que ilumine este jodido y espantoso teatro inhumano. Dile que vuelva con Cristo o con las que murieron solas y empaladas por bestias, pero que vuelva, ¡que vuelva mi verdad, que vuelva Dios, que vuelva!