Estamos en una línea fina temporal donde las mitades de todo se están unificando y llega el momento en que vamos a ver a los coaches que admiramos como los psicópatas que son. Por poner un ejemplo.
O psicólogos y psiquiatras afamados.
Hay maestres de logias, de grados "elevados", que han llegado a la categoría de maestre o maestro por iluminación auto-eregida. Y os han enseñado que para la iniciación perfecta del aprendiz de turno es mejor crearle el trauma antes de que "se enfrente al mundo". Osea, provocar trauma exageradamente psicopático para que ya lo tengas más que masticado en "el mundo".
No hay mayor acción involutiva y espiritualmente primitiva que la generación de trauma debido a unos conceptos erróneos sobre fortaleza mental y espiritual.
Osea, antes de que te dañen, TE DAÑO YO MUY BIEN.
Eso sólo lo puede provocar una mente enferma y no iluminada. La iluminación está más cerca del quiebre emocional sereno que la fortaleza invencible de la mente. Vuelve a leerlo.
Generar un gran trauma para evitar trauma es un acto completamente psicopático. Sólo lo pueden hacer seres sin esencia divina NINGUNA.
Y es momento de que empecemos a ver cuáles son las diferencias entre alguien herido y alguien mostruosamente obscuro y letal. No son lo mismo. Los heridos están perdidos. Los monstruos son hallados por la esencia demiurgüica muy fácilmente. Y son algo así como guiados en una sincronía perfecta para hacer las obras del MAL.
Quien genera trauma para evitar trauma...está ASESINANDO la conciencia divina con saña y alevosía. Fortalecer no es obscurecer, es centrarse en lo importante y proteger al SER que habita un cuerpo humano.
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