El sufrimiento en la Tierra es una IMPOSICIÓN, y no es natural. El bucle del trauma, del dolor y de la desazón nos son enseñados desde muy tempranamente cuando somos niños. Y no puedo dejar de pensar en todos los niños del mundo en este momento. En todos los desafíos horribles que están viviendo hoy en día...y sólo deseo que puedan tener y sentir momentos de felicidad, estén donde estén. Porque hemos subestimado tanto la felicidad que la hemos convertido en un libro de auto-ayuda o en una utopía vital. Y la felicidad, esa presencia divina que te invade y es infravalorada por todos, existe y es maravillosa. Maravillosa.
Yo doy gracias a Dios por la felicidad y el amor incondicional que he vivido y sentido en mi vida durante millones de ocasiones. Doy gracias por la felicidad, ¡Dios!, es tan mágica, tan hermosa, tan pura.
Recuerdo un momento de mi niñez donde me sentí la niña más feliz del mundo. Estaba rodando con mi cuerpo en una pequeña ladera de montaña cerca de casa...me levanté y me sentí tan feliz que pedí un deseo a Dios: nunca me dejes crecer, no quiero ser mayor. No quiero ser un adulto amargado y resentido con la vida. Quiero ser feliz siempre como ahora. Siempre he tenido la capacidad extraordinaria de reirme en toda situación de mi vida; es tan fuerte esa capacidad en mí que la mayoría de las personas a mi alrededor piensan que "parece ser que nunca sufre ni padece"...¡oh, sí! sufro mucho, muchísimo porque AMO MUCHO más.
Hay tantas personas y seres humanos en el mundo que han vivido tanto dolor y tanta obscuridad en sus vidas que no pueden alcanzar a sentir un momento sagrado de felicidad en sus vidas. Y Dios, debe ser terrible, horrible, doloroso... y yo sólo deseo que puedan sentir aunque sea un atisbo de esa magnificencia de Dios que es la felicidad. ¡No se necesita nada! no necesitas nada para ser feliz. Sólo darte cuenta de que todo lo demás en el mundo te sobra. Sé que cuando has sufrido tanto es muy difícil que uno pueda posicionarse en el estado de felicidad, pero yo quiero regalarte hoy este video que me hace llorar siempre que lo veo y que me hizo llorar mucho más la primera vez que lo ví.
El foro de Davos afirmó el año pasado esto:
"No tendrás nada, pero serás muy feliz".
Suena terrible en personas que no saben lo que es la felicidad. Pero quienes la conocemos de verdad y con el espíritu en medio de nuestro corazón no nos importará "NO TENER NADA y tenerla a ella".
Porque la felicidad no es una ilusión holográfica que te genera lo que el proyector necesita de ti. No. La felicidad es una conexión con Dios. Con el verdadero Dios. Del cielo y de la Tierra.
Aquí os dejo a Abraham Hicks:
https://www.youtube.com/watch?v=La6qC1WgWyk
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