Piedras, sólo piedras

 Maldecir a los diablos no es maldecir, es descongestionar al BIEN supremo. Lo que es sombra jamás podrá ser luz. Sólo quién fue luz y conciencia alguna vez puede ser rescatado, pero no el átomo hecho de nada y destrucción contra Dios, la FUENTE y su expansión de vida.

Maldecir diablos, demonios y vidas sin verdadera vida no es maldecir. Es proteger a la verdadera vida y liberarla de la esclavitud que jamás fue natural, sino aceptada como lección vacía. 

Maldecir a los diablos y a los destructores es representar a Cristo en el templo "sagrado" con látigo en mano y arramblar con aquello que interrumpe el amanecer de Dios en la Tierra.

Dar juicio con la boca es CREAR el final de aquellos que han sometido al ser humano a menos que un esclavo ciego y sin dominio de sí mismo.

¡Deja de manipular, vieja bestia conocida!



https://www.youtube.com/watch?v=wkG613IRjjs

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