El cuento de la violencia de género
¿Te imaginas que un día apareciera en televisión una campaña sobre la violencia de género donde una mujer maltratada le diera las gracias a su verdugo por no pegarle más ese día?
¿Te imaginas que esa mujer después de una buena paliza y amoratada rogara a su verdugo que le diera dinero para poder ir a comprar la comida de sus tres hijos? ¿te imaginas que le diera las gracias porque le brinda más dinero para que se compre un regalo ella misma?
¿Te imaginas que esa mujer fuera violada por su marido sin que nadie lo sepa excepto ella misma y después mostrara una dulzura exquisita sobre ella delante de toda la familia? ¿Te imaginas que ideologicamente fuera un hombre liberal y "respetuoso" para con las mujeres, pero luego en la intimidad vejara a su mujer y a su cuerpo como si fuera basura?
¿Te imaginas que esa mujer tuviera un negocio propio, trabajando de 10 a 12 horas diarias, pero su verdugo sacara el dinero de la caja cada x horas y la mujer no supiera nunca jamás qué pasó con ese dinero que ella HACÍA?
¿Te imaginas que esa mujer debido a su talento y trabajo hiciera miles y miles de euros sin que lo sepa debido a esa sanqüijuela que tiene como marido? ¿te imaginas que todo ese dinero lo invierte en prostitución, porno, drogas, derroches varios y que haga creer a su mujer que es SU DERECHO?
¿Te imaginas que esa mujer sea pegada hasta la muerte, hasta casi morir ... y recibir de su marido una llamada urgente al 112 para que sea atendida con una historia inventada por ella para no revelar quién le ha hecho eso? ¿Te imaginas que después de curada recibas de él un: ahora tendrás que trabajar más por ti y por mí y pagar tus facturas médicas?
¿Te imaginas que esa mujer sea asesinada porque se niega a ser más una esclava de un monstruo y que NADIE sepa quién mató a su hermana, hija, madre o amiga?
¿Te imaginas que ese verdugo que ha crecido en monstruosidad e inviolabilidad inmune tenga otra nueva mujer?
Bien.
Esta es la relación que TODOS NOSOTROS hemos tenido alguna vez con los Gobiernos y Estados del mundo.
Todos somos víctimas y cómplices.
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