El mejor libro

 El mejor libro y la mejor profecía de la vida está en el corazón del hombre y la mujer que siguen a Dios, la cristalización de la conciencia pura. Y no el que sigue las profecías de un libro que está atrapado en la holografía del tiempo y de la programación.

El que a fuerza de una profecía bíblica comete injusticias contra inocentes, está siendo probado por su propia ignorancia y miedo. 

Ningún libro debiera hacerte cometer injusticias contra inocentes. Ningún libro sería sacro santo ni merecedor de la luz pura que habita en ti si te hicera cometer actos delictivos contra la vida, contra aquellos que no hicieron ningún mal a nadie.

Dios está vivo, mas vivo que las palabras enterradas en los libros secretos milenarios y está vivo porque Dios tiene un lugar preferido: tu corazón.

El corazón es el que porta la respuesta que el libro no puede ni debe brindarte. El corazón es la puerta mágica que ningún libro sagrado puede brindar a todo ser vivo, a toda vida, a todo universo vital, vivaz y hermosamente luminoso.

Créeme cuando te digo que no es Dios quien te pone a prueba cuando la vida se pone difícil. La prueba es el engaño. Dios sabe quién eres y sólo, juro que sólo Dios, sabe que tú eres el milagro de esta y de la verdadera vida. Por tu corazón, por tu inquebrantable forma de escuchar a la verdad. La verdad que es enorme... y grita lo que el silencio calla. 

Ningún hombre santo, es decir, puro de corazón, podría jamás dañar de ninguna manera a ningún ser. Lo dejaría todo en manos del bendito Eterno, la gran Fuente inconmensurable que está más allá de cualquier pequeña idea religiosa o espiritual que nuestra pequeña cabeza y pequeño corazón puedan sostener.

Que tu libro más sagrado sea el de leer los ojos de todos los seres y puedas encontrar a Dios mejorado, sereno y contento de que puedas verlo.

Dios se alegra cuando uno de sus pequeños hijos puede encontrarlo en los rincones más desfavorecidos y no deseables, pero sonrientes y confiados por el pequeño resplandor que allí se congrega.

El mejor libro eres tú. Y el que te está leyendo ahora mismo es Dios.