miércoles, 16 de junio de 2010

Por la boca muere el pez


No sé si he dicho o comentado que en un mes una puede crecer como si hubiera vivido cien años. Eso es lo que me está pasando a mí misma. Siento que cada vez crezco más y más rápido. Es como si hubiera cogido carrerilla y no hubiera dios que me pudiera parar(nunca mejor dicho lo de dios...ya que soy una diosa aunque a muchos les escueza. Les recuerdo que uno se atrevió a decir aquello de dioses sois y acabó...crucificado, pero no muerto.)
Entre lecciones y lecciones que voy adquiriendo y aprendiendo, una de ellas es la parcela “amorosa”. Dios!!!, gracias por todas las experiencias que me brindo a mí misma, son maravillosamente nutritivas e impulsoras de alas invisibles que porto debajo de mis preciosas orejas, entre otras muchas...
Me encanta todo lo que estoy aprendiendo aún a pesar del dolor o las partes que no integraba en mí misma, me encanta.
Me doy cuenta de lo limitados que hemos estado con respecto a las relaciones amorosas, cómo hemos estado de manipulados y teledirigidos por películas escabrosas, insulsas y estúpidas con referencia al estado “amoroso-romántico”. Esas películas que un día me gustaron, AHORA me parecen una completa pesadilla sin ninguna gracia.
He de reconocer que la primera vez que ví Los puentes de Madison me pareció una hermosura y lloré como una fuente de pueblo. Ahora no sé qué coño le ví a esa película. Es lo más absurdo que ha parido el cine actual y estoy hablando desde el punto de vista amoroso. Es una película para desmenuzar y psicoanalizar a fondo puesto que NO HABLA DEL VERDADERO AMOR.
Los puentes de Madison es la típica excusa disfrazada cinematográfica para no permitirte vivir un amor a lo grande, a lo profundo, a lo verdaderamente real(de realeza).
Es una capullada tremenda que te niega el derecho a ser feliz al máximo!!!. Es pura cobardía, pura mentira, pura falsedad. Hasta en el amor nos han mentido, hermana-o, nos han mentido en lo más grande y en lo más importante.
Yo creo que las grandes historias de amor no nos las han contado. Las últimas películas de “amor” que ví en el cine me parecieron gilipolleces y mamonadas.
Estoy vislumbrando tanta verdad en mi vida...que soy consciente de que incluso en el amor, en las relaciones amorosas nos han mentido muchísimo. Se ha introducido tanta distorsión a través del cine, de la televisión, y sobre todo, desde el desconocimiento interno de cada uno, que claro, así andamos como andamos. Yo creo que el amor, las relaciones amorosas, son mucho más maravillosas de lo que imaginamos. Lo creo aunque no tenga pareja. Creo que hoy estoy más preparada para recibir a un gran amor; creo que hoy me lo merezco más que nunca. Aunque estoy en una fase de desintoxicación sentimental profunda(mis hermanos pleyadianos me están realizando operaciones espirituales en la parte del corazón. Tener a expertos médicos del corazón sagrado limpiándote a todos los niveles es todo un lujo, la verdad) siento que estoy abriendo un nuevo paradigma en las relaciones interpersonales y espero que muy gratamente, en las románticas.
He aprendido mucho de las relaciones pero especialmente de mí misma. He aprendido mucho de Elena y de su mundo interior. Ella es una mujer brillante en todos los aspectos y siempre supo a quién estaba esperando. Siempre intuyó que la relación más importante que debía mantener en su vida, cuidarla, aceptarla, mimarla y protegerla era la suya propia; la que mantenía y mantiene consigo misma.
Hoy, Elena, está realmente preparada para tener la vida que merece puesto que sabe quién es y qué mundo lleva en sí misma, qué seres de luz forman parte de ese universo paralelo que tanto ama y que tanto la aman. Cuando recuerdas tu hogar, cuando recuerdas quiénes son tus hermanos, tus padres, tus amigos, tu pueblo, tu ejército blanco, tus ancianos protectores, tus fieles admiradores y alumnos...es muy difícil que esos lazos vuelvan a ser sustituidos por otros. El amor no puede romperlo nada ni nadie...
He aprendido tanto acerca de las relaciones amorosas, que a veces me entran ganas de reirme a carcajadas. He aprendido de mis decisiones y elecciones...a veces muy dolorosamente.
Ahora doy las gracias por los hombres que se quedan en un segundo plano, que observan, que se respetan a sí mismos, que me inspiran con su respeto hacia todo lo que les rodea, que guardan silencio cuando es necesario, que son amables sin esperar nada a cambio, que son caballeros en todos sus gestos, que piensan en tu bienestar aún ardiendo de deseos por ti, que escuchan de verdad, que son comprensivos y pacientes, que son sabios y fuertes, que son silenciosos y confiados, que aman de verdad...que te aman de verdad aunque en el momento te sientas distraída o perdida.
El tiempo pone a cada quien en su lugar correspondiente y el amor también tiene un lugar, un espacio, un tiempo y un nombre.
No veais más películas horrendas acerca de las relaciones “amorosas”, de hecho, absteneros de películas amorosas.
Creadlas. Cread las relaciones que deseais tener, creadlas desde vuestra visión interna. Desintoxicaros primero de todas las creencias absurdas y estúpidas acerca del amor en pareja. No deis rienda suelta al sufrimiento placentero.
Una verdadera relación amorosa es placer caluroso, interno y profundo. Y no importan las circunstancias externas que os rodeen ni los escollos de la propia vida sino vuestro ingenio, vuestro calor, vuestro humor y vuestro amor profundo y verdadero.
Reiros de las circunstancias actuales, reiros de las pruebas que os poneis, reiros, pero juntos.
Olvidaos de todas las películas que limitan vuestra genialidad amorosa, empezad desde cero. Empezad por saber quiénes sois y descubrid a quién llevais en vuestro corazón...antes de encontrarlo ahí fuera.
No os engañeis con ideas desdeñosas y oscuras acerca de cómo deben amaros.
Ámate tú primero como nadie te amó jamás. Tú te lo mereces. Te mereces fantasía, te mereces color, te mereces ser el-la protagonista de tu vida amorosa. Mereces ser amado de verdad. Mereces sentirte estupendamente bien. Mereces que las personas que se acerquen a ti te ADOREN literalmente. Mereces un apoyo constante, una alegría interminable, una comprensión ilimitada y dulce.
Se acabaron las dudas acerca de creer en alguien que te dice que te ama y está con otra persona. Eso NO ES AMOR. Eso es egoísmo y cobardía. Eso no lo hace alguien que verdaderamente te ama. Nadie que dice ser tu amigo te miente tan vilmente y tan descaradamente. Ahí no hay base amistosa ni amorosa ni nada de nada bueno. Olvídate de un tipo o tipa así. Las manipulaciones psicológicas que se las haga al psiquiatra de turno que le toque, si es que decide por alguna razón obvia, psicoanalizarse.
Te mereces a alguien que no sea tan ególatra y tan mala persona.
Mereces a un ser que te vea, te respete y te adore.
Mereces la mejor historia de amor de todos los tiempos vividos y por haber en la Historia visible de la Humanidad. Y también la más hermosa historia invisible para el resto y muy visible para ambos...aunque a veces os parecerá que traspaseis la vida de otros con vuestro amor.
Para mis colegas-amigos gays que se olviden de Brokeback mountain o películas gays que sólo fijan su atención en cómo nos lo montamos y olvidamos nuestro pacto sagrado amoroso. B.M. es una fantasmada de película y además NO ES UNA HISTORIA DE AMOR sino de cuelgue total. Mi ex-compañero de trabajo(gay) Andrés, también pensaba como yo...le pareció una historia cobarde y súper egoísta por parte de los protagonistas ya que ninguno se mojó para dejar a sus parejas y vivir su historia como el amor manda...pero cuando no hay amor, eso es lo que pasa.
Y todos encantados por ver una película donde dos hombres se lían y es fantástico. Pero lo peor de todo es que te intentan vender la moto de que es una gran historia de amor...porfavor, hágamos más terapia colectiva y menos demagogia propagandística.
Lo dicho. Que no os vendan la moto de segunda mano e investigad por vosotros mismos lo que es el verdadero amor...pero eso sí, empezad por CONOCEROS y respetaros a vosotros mismos.
Por la boca muere el pez.
Por el silencio bello de un hombre, una diosa, despierta en interés profundo...

1 comentario:

  1. Muy buen artículo, Elena, de lo mejor que has escrito.
    Como inscribieron los siete sabios en el oráculo de Delfos: "Conócete a ti mismo". Esa es la base de todo crecimiento que lleva a la sabiduría.
    Los medios de comunicación insisten en presentarnos grandes historias de amor que suelen ser amores imposibles, como si estos fueran expresiones de un amor sublime o que los grandes amores no son realizables o posibles, transmitiendo impotencia y miedo. Pienso que no hay amores imposibles, que cuando hay amor de verdad no importan los obstáculos, sean materiales, de posición social, edad, distancia o lo que sea; nada de eso puede estar por encima del verdadero amor. Si un amor no es posible es porque ha vencido el egoismo y el miedo, es porque, simplemente, no es amor.

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