Sus majestades, los masones, están en jornada de reflexión... Mientras preparan al nuevo muñeco en la presidencia o lo que se preste en la definición de presidencia, literalmente, el español medio no tiene tiempo de reflexionar y si lo tiene es para ver cuál es el arma que utilizará para suicidarse, ya sea físicamente o espiritualmente. El español medio no tiene derecho a reflexionar porque tiene que pagar su cárcel (eso que llaman casa), su sustento envenenado de metales, su agua podrida y envenenada y ahorrar (si puede) para darle una educación a sus hijos, los cuales no tendrán opción a elegir qué tipo de educación y qué tipo de profesor le toca, en ocasiones literalmente, porque ya saben qué agenda tendrán que llevar a cabo como buenos hijos disciplinados e integrados de la sociedad muerta. El español no tiene tiempo de reflexión; sólo tiene tiempo de ser desahuciado, drogado a mansalva con lithio para que no moleste mientras nuestras televisiones muestran el grado máximo de ...